Sevilla FC

La guinda está en lo que se queda

  • La continuidad de Koundé, Diego Carlos y Ocampos supone la primera vez que el Sevilla no vende a ninguna de sus estrellas

  • Rakitic e Idrissi deben dar el plus necesario para pelear por fin de verdad con los grandes

Monchi, junto a José Castro y Del Nido Carrasco.

Monchi, junto a José Castro y Del Nido Carrasco. / Antonio Pizarro

El Sevilla cerró el pasado lunes una de las plantillas más competitivas que se le recuerdan, un equipo con el que quiere dar el salto definitivo y subirse al carro de los más grandes de la Liga y en el que, más allá de los fichajes de relumbrón –de los que no vino prácticamente ninguno y que es algo que este club casi nunca hace–, lo mejor está en lo que se queda, en la continuidad sobre todo de tres de los pilares del bloque de la temporada pasada y de los jugadores más emergentes del panorama europeo.

La continuidad de Jules Koundé, Diego Carlos y Lucas Ocampos puede decirse que supone por primera vez en su historia reciente que el Sevilla se haga fuerte y no venda a sus figuras. Y todo pese a que Monchi y el presidente no han parado de advertir que no iban a cambiar la filosofía que ha hecho al Sevilla llegar hasta donde está. Ofertas no han faltado y la presentada por el Manchester City para llevarse al joven defensa francés traspasaba el límite de lo razonable en un mercado, además, sacudido por la crisis económica de la pandemia.

El Sevilla, por consejo de su dirección deportiva de común acuerdo con el entrenador, rechazó una cifra con la que podía haberle dado otro giro a la plantilla, quizá mucho más potente (con la contratación de un goleador acreditado) con los cerca de 60 millones que Guardiola estaba dispuesto a dejar en tesorería, pero prefirió apostar por los mínimos cambios y no tocar aquello que ha dado solidez a un proyecto que hoy es de los más elogiados del continente y que nunca se sabe hasta dónde es capaz de llegar rodeado de pequeños retoques que lo hagan aún más competitivo.

El sistema defensivo ha sido una de las claves del rotundo éxito de este proyecto. El triángulo formado por Koundé, Diego Carlos y Fernando se convirtió en un muro muy complicado de derribar y que concede muy pocas ocasiones.

De hecho, ni el Barcelona de Messi en su estadio logró llegar más de dos o tres veces al área sevillista. Sólo el todopoderoso Bayern Múnich en la Supercopa de Europa y algo el Manchester United en las semifinales de la Europa League han conseguido en los últimos meses poner en aprietos al sistema defensivo construido por Lopetegui.

Portería: cambio de roles

No hay cambios en las piezas, pero sí en los roles. Vaclík, cuya rodilla sigue inspirando dudas aunque es cierto que no le ha impedido estar casi siempre disponible, perdió la titularidad con una lesión al final de la pasada Liga y Bono no sólo se ganó jugar sino un contrato para seguir. El marroquí le ha dado la vuelta a la tortilla y es el titular mientras al checo, que tuvo actuaciones de mucho mérito en el pasado y se ganó el respeto de todos, le toca esperar.

Defensa: sigue el acero

La mejor noticia es la presencia de Koundé, volviendo a demostrar el acierto de la decisión el domingo ante el Barcelona. Y no hay que olvidar a Diego Carlos, por el que también amagaron varios colosos del fútbol europeo. El brasileño acaparó todas las portadas aunque puede que los penaltis que cometió en la fase final de la Europa League frenara a algunos a la hora de sacar la chequera. Mejor para el Sevilla. Apuntala el puesto el holandés Rekik, un melón por calar, mientras la marcha de Reguilón la palia un Acuña que precisa cierta aclimatación para empezar a mostrar la velocidad y el disparo que tiene.

Centro del campo: Rakitic por Banega

Es el cambio que más intriga porque no son lo mismo. Independientemente de que al croata le falta fuelle y resistencia que ganará con los entrenamientos, aporta más llegada y gol que el argentino, pero el equipo perderá en control del juego y del balón, el llamado tempo de los partidos. Seguirán siendo claves Fernando y Jordán y Óscar Rodríguez puede ser la gran incógnita. Su golpeo a balón parado está ahí, pero habrá que ver qué trae para sumar aparte de eso.

Delantera: Carlos Fernández

Si hubiera habido una venta estaríamos hablando de otra cosa y aun así hasta último momento hubo algún intento con Willian José, pero finalmente el fichaje, como querían muchos sevillistas, fue Carlos Fernández, que se suma a un De Jong que ya sí convence con goles y a un En-Nesyri que debe ir a más cuando pula ciertos detalles. Además, Monchi buscó velocidad en los costados para que acompañe a Ocampos. La llegada de Idrissi debe elevar el nivel ofensivo varios puntos, aparte de dar al técnico un mayor abanico para combinar en un equipo que ya fue de los más goleadores de la Liga

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