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La última provocación verbal de Vinícius: ¿para cuándo una denuncia de LaLiga?

De Burgos Bengoetxea aclara a Vinícius una de las polémicas del partido entre Rakitic y Rodrygo.

De Burgos Bengoetxea aclara a Vinícius una de las polémicas del partido entre Rakitic y Rodrygo. / Antonio Pizarro

Al Sevilla le va a caer una multa después del partido ante el Real Madrid tras el pliego de incidencias y denuncias elevado al Comité de Competición y a la Comisión Antiviolencia del redactor de LaLiga que se encarga de velar por la deportividad, la tolerancia y todos esos conceptos necesarios en una sociedad que sigue alejada de los valores del respeto al prójimo. La multa es segura y lo esperable es que no sea por el abucheo a Vinícius que denunció el puntilloso redactor de la patronal. 

Los gritos de "puta Real Madrid" son suficiente razón para la multa, en este fútbol de ahora en el que la parafernalia inicial de los himnos cantados por la afición a la salida de los equipos impide la pitada monumental al rival, con su adenda de insultos de todo tipo, que formaba parte del protocolo del fútbol. Primero saltaba el contrincante, luego el equipo local para recibir la ovación de su gente. Todos los equipos lo sufrían, el Real Madrid, el Barcelona, el Sevilla, el Betis... o el Athletic y la Real Sociedad en aquellos ya olvidados, gracias a Dios, años del plomo. Sí que habría tenido trabajo el redactor de LaLiga... Y que no se entienda esto como una justificación de los insultos, siempre execrables, y más aún cuando su contenido es xenófobo o racista.

Mientras llega la notificación al Sevilla con la sanción por insultos que atentan contra el rival cabe esperar que no haya multa por ese abucheo a Vinícius que sigue sorprendiendo a todo el mundo. ¿Ya no se puede ni abuchear en un espectáculo público si al respetable no le gusta la función? En el acta de De Burgos Bengoetxea, en el epígrafe de incidencias, el vasco fue lacónico con su calificación del público: "Normal". Lo lógico es que todo quede en nada respecto al abucheo, cuya denuncia por el responsable liguero no hace si no abundar en la hiperprotección que está sufriendo Vinícius por ser el adalid de la lucha contra el racismo, a la sazón la estrella del Real Madrid. Un extraño adalid, que no predica con el ejemplo, precisamente.

El magnífico futbolista brasileño es un provocador nato. Y en su entorno no logran corregirle ese defectito. Muchos son los ejemplos en los que se ha dirigido a un rival con menosprecio, o se encarado con el público, también con menosprecio. Y en Montjuïc tuvo un nuevo episodio que vuelve a descubrir esa pulsión provocadora y hasta mezquina, como aquel chulo de la clase que iba de matón y que añadía a su bajeza la condición de chivato. Ahora con un linier. "No me toques. Estás loco, no me toques. Que no me toques", le dijo al auxiliar al ser cambiado cuando éste le impelió a no entretenerse y abandonar el campo... sin tocarlo.

En el acta de Gil Manzano tampoco viene referido nada de la actitud provocadora que tuvo Vinícius con su auxiliar Ángel Nevado Rodríguez, más propia de una pelea discotequera entre gallitos con exceso de alcohol y testosterona. 

Con 1-2 en el marcador tras el tanto postrero de Bellingham, Ancelotti metió a Lucas Vázquez por Vinícius. Y el brasileño, antes de salir del campo y mientras esperaban el auxiliar, su técnico, su delegado de campo y su compañero en la banda, se entretuvo en el campo para volverse hacia la afición madridista en Montjuïc, y alzar los brazos con rabia, sacando la lengua, para celebrar un triunfo al que, a decir verdad, en poco contribuyó el rapidísimo extremo brasileño. Un gesto normal, salvo por su reacción posterior.

Ángel Nevado tuvo que aguantar que le vacilara Vinícius con su "no me toques, estás loco", de forma reiterada, y sin haberlo rozado. Hasta el delegado madridista, Chendo, con tantísimas batallas en aquel fútbol más acre, más tribal y salvaje, tuvo que reconvenir a Vinícius mientras Ancelotti, con otras tantísimas batallas balompédicas, lo arrastraba hacia fuera asiéndolo del brazo.

El Real Madrid ha tenido muchos caballeros en su dilatadísima y prolija historia, desde Pirri a Fernando Redondo, desde Raúl a Beckham, desde Casillas a Kroos o Modric. También ha tenido futbolistas provocadores y chulescos, como Juanito, Hugo Sánchez o Schuster, pero éstos jamás fueron con llantinas a buscar la protección del primo de Zumosol. Daban la cara y se exponían solos en la picota. Haría bien el propio Madrid en reeducar a su jugador: elementos en su historia tiene para ello.

Incluso en su propio vestuario tiene espejos en los que mirarse. El contraste con la actitud de Tchouameni, quien se apremió a aclarar en la red social X que su lesión no tenía nada que ver con el pisotón fortuito de Gavi. Cuán importante es la educación...

Mientras tanto, y ya que no es esperable que LaLiga denuncie a Vinícius ni que el Comité de Competición o la Comisión Antiviolencia tomen cartas en el asunto, debemos conformarnos con los chistes y memes de las redes sociales sobre Ancelotti llevándose del brazo a Vinícius...  

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