Aparece un segundo sospechoso en el caso Natascha Kampusch

Para Ernst H., el amigo más íntimo del secuestrador de Natascha Kampusch, se ha dado la vuelta a la tortilla. En septiembre se querelló contra la revista Die aktuelle, que lo acusó de cómplice del secuestrador Wolfgang Priklopil, pero dos meses después "hay sospechas de que participó en el rapto", dijo en Viena el fiscal Thomas Mühlbacher.

Ya poco después de que Kampusch fuera liberada, en agosto de 2006, surgió la pregunta de si Priklopil pudo haber secuestrado solo en 1998 a la niña, que entonces tenía diez años. También se dudó de que pudiera haber construido sin ayuda el cobertizo donde ocultó a Natascha la mayor parte del tiempo durante los ocho años siguientes. Y justo antes de suicidarse, tras la huida de la joven, Priklopil se reunió con su amigo H.

"Ha habido momentos de duda", dijo el fiscal de Graz el sábado, confirmando una nota del rotativo Die Presse am Sonntag, sobre la investigación contra H. por "privación de libertad". Debido a la estrecha relación entre Priklopil y H. hay preguntas abiertas que no han sido aclaradas satisfactoriamente, dijo Mühlbacher. Antes de que finalice el año tomará una decisión sobre una acusación formal.

Una semana antes de que Priklopil, de entonces 44 años, se lanzara a las vías del tren, H. dijo ante la opinión pública que sólo vio a Kampusch una vez, en julio de 2006, cuando ella y Proklopil acudieron a él para pedirle prestado un remolque para un camión. "Me dio una impresión alegre y feliz. Yo me quedé muy sorprendido y no sabía si era su novia o una conocida", señaló. Según dijo, no sabía que se trataba de la joven desaparecida.

El ahora sospechoso dijo también que había estado varias veces en casa de su amigo, en la época en que Kampusch se encontraba en el sótano. Una vez lo ayudó durante dos días con unas obras en el tejado del unifamiliar de Priklopils: "Tampoco entonces me llamó nada la atención".

Ahora, se niega a hacer más declaraciones. "Para mí, la mejor opción es no decir nada más", dijo H. al diario vienés Kurier, pues alega que todas sus declaraciones se interpretan de forma negativa. Además, tampoco tiene nada que ocultar, sostiene.

Natascha, que ahora tiene 21 años, ha subrayado en el pasado que no conocía a ningún cómplice. Sin embargo, una testigo del secuestro afirma haber visto a dos hombres que introdujeron a Kampusch en una furgoneta cuando ésta iba de camino al colegio.

El caso Kampusch ha vuelto a cobrar actualidad desde que una comisión de investigación dirigida por el ex presidente del Tribunal Constitucional Ludwig Adamovich constatara "carencias graves" en las pesquisas realizadas hasta la fecha. En caso de que hubiera cómplices, Kampusch y otras víctimas potenciales podrían estar aún en peligro, dijo Adamovich en agosto.