Una mujer y su hija de 8 años han sido encontradas muertas en una vivienda del Paseo Zorrilla de Valladolid después de que un hombre alertara al 112 para informar de que su cuñado le había informado de que había matado a su novia, según han informado a Europa Press fuentes de la Delegación del Gobierno.

En concreto, a las 03:12 de la madrugada de este lunes el cuñado del presunto autor se puso en contacto con la Policía Nacional para informar de lo sucedido y, aunque aportó un domicilio donde podrían vivir, no confirmó que estuvieran allí.

Tras las gestiones realizadas, la Policía consiguió entrar en esta vivienda, un quinto piso del Paseo de José Zorrilla, y comprobó que en este domicilio se encontraban los cuerpos sin vida de una mujer nacida en 1977 y de una niña de ocho años, supuestamente asesinadas con arma blanca.

También se encontraba en este domicilio el presunto autor de los hechos, un hombre nacido en 1978 con heridas provocadas igualmente por arma blanca. Todo parece indicar que se las habría infligido él mismo, aunque ésta y el resto de circunstancias concurrentes están siendo investigadas por la Policía.

El presunto autor ha sido detenido y trasladado al Hospital Clínico Universitario de Valladolid. Este hombre tenía antecedentes por violencia de género de una pareja anterior que datan de 2017. No había denunciadas formuladas por su actual pareja, la mujer que ha sido asesinada este lunes.

Consternación vecinal

Vecinos de Paloma, de 44 años, y su hija India, de 8, ambas asesinadas supuestamente por la pareja de la mujer, un hombre de 44 años que al parecer se autolesionó tras cometer los crímenes a cuchilladas, han mostrado su consternación y la tristeza por el suceso ocurrido en el céntrico Paseo de Zorrilla de Valladolid.

Dos agentes de la Policía Nacional han custodiado el portal del edificio en el que vivían la mujer y la pequeña hasta antes de que varios policías abandonaran el inmueble con diversos enseres, entre ellos bolsas y una caja, ante la atenta mirada de paseantes y vecinos que comentaban y se preguntaban qué había pasado.

Mientras, en un quinto piso del mismo inmueble, el domicilio de las dos víctimas permanecía precintado por la Policía Científica; en la calle un numeroso grupo de periodistas trataba de recabar datos sobre lo ocurrido, y los transeúntes que pasaban por el lugar intentaban también saber qué había pasado.

El dueño de la cafetería Garnier, Javier Iglesias, ha explicado que conocía a Paloma y a su hija porque habitualmente compraban el pan en su establecimiento y ha comentado que no vivían con el supuesto autor del crimen, David M.

La Policía Nacional continúa con las averiguaciones para esclarecer los hechos, mientras el hombre permanece arrestado en el Hospital Clínico de Valladolid, al que fue conducido por las lesiones de arma blanca que al parecer él mismo se causó, según fuentes de la investigación.