La menor víctima de la brutal agresión sexual en Igualada la noche del 1 de noviembre de 2021, ha declarado este martes telemáticamente sobre lo que ocurrió esa noche. Lo ha hecho justamente un día después de que lo hiciese la exnovia del presunto autor, Brian Raimundo C.M.

Tras estar de fiesta con unas amigas en la discoteca Epic de Igualada, el 1 de noviembre pasado, noche de Halloween, la chica se dirigió sola y a pie hacia la estación de tren para ir a su casa, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), cuando una persona la abordó, la violó brutalmente y la dejó inconsciente en el polígono Les Comes de Igualada, donde la encontró un camionero. Casi siete meses después, aún sufre secuelas físicas y psíquicas, y ha declarado no recordar nada de ese día, así como tampoco de los diez días posteriores a la agresión.

La joven, que ha intervenido por videollamada en el juzgado de instrucción número 4 de Igualada, según ha podido saber en exclusiva El Programa de Ana Rosa, ha declarado previamente a la celebración del juicio. Y es que el juez quiere utilizar sus palabras como prueba anticipada para que la víctima no tenga que volver a revivir aquellos momentos. Por el contrario, Brian sí ha estado presente en el interior de la sala escuchando a la víctima, aunque no se han visto ni han interactuado.

Carácter violento

Por su parte, este lunes, la exnovia del presunto agresor ratificó la primera versión que dio. Así, insistió en que mientras era pareja del acusado, de 21 años, su carácter era muy violento. Tras una primera declaración, se abrió un nuevo procedimiento de oficio para constatar si los hechos relatados eran constitutivos de delito. Cabe destacar que el presunto agresor le regaló el abrigo que le quitó a la víctima. El camionero que encontró a la menor tirada en el suelo semidesnuda y malherida, también declaró.

La menor ha perdido el 90 % de la audición de un oído y presenta secuelas en la vista, como consecuencia de la agresión sexual. Pasó más de un mes ingresada en un hospital y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente en cinco ocasiones. 

Los Mossos d'Esquadra detuvieron al sospechoso la madrugada del 21 de abril en su casa, en el centro de Igualada, en un amplio dispositivo policial en el que la policía catalana ha registrado la vivienda hasta las 13:20. Lo hacía en busca, entre otro material incriminatorio, de restos de ADN de la víctima que pudieran haber quedado pegados a la ropa del violador, así como una barra metálica con la que supuestamente la agredió.