Lucía Vivar tenía tres años cuando desapareció en la localidad malagueña de Pizarra. Era 26 de julio de 2017 y la menor se encontraba en el bar La Estación cenando junto a sus primos, tíos y padres. Algunos de ellos estaban en el interior del local y otros fuera cuando dejaron de verla. En torno a las 23:30 sus padres comenzaron a buscarla.

Su cuerpo fue encontrado a las 6:45 horas en las vías del tren, a cuatro kilómetros del bar en el que estaba. Fue un maquinista de Cercanías quien la halló. Según mostrarían las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, la pequeña pasó junto a las vías caminando presuntamente sola.

La versión oficial de lo sucedido, aportada por la Guardia Civil sostendría que caminó durante cuatro kilómetros pegada a las vías del tren hasta que decidió tumbarse a dormir hasta que un tren la golpeó más tarde, acabando con su vida. 

La Audiencia Nacional condenó en su momento al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) a pagar 176.000 euros a los padres de la pequeña por su “falta de colaboración” durante las labores de búsqueda. Tal y como los padres denunciaron, la empresa ni siquiera ordenó que dejaran de circular los trenes cuando ya se había dado aviso de que la menor podía andar por las vías. 

De hecho, los operarios aseguraron inicialmente que no se veía nada en la grabación, versión que cambiaría “cuando ya era demasiado tarde”. La niña si aparecía caminando paralelamente a las vías del tren. 

El caso se cerró como un accidente y desde entonces esa ha sido la teoría que se ha mantenido. Sin embargo sus padres siempre han puesto en duda esta versión ya que les resultaba muy extraño que su hija se hubiera ido sola durante tanto tiempo, siendo tan pequeña y estando todo tan oscuro (no había iluminación artificial y esa noche apenas había luna). 

Tras haber solicitado, de forma particular que se siguieran realizando investigaciones sobre el caso, ahora han descubierto que la pequeña podía estar acompañada de al menos un adulto y que, por tanto, éste podría estar implicado en su muerte.

Nuevo informe con Inteligencia Artificial

El nuevo informe solicitado por la familia de la niña y llevado a cabo por Miriam Moya, perito judicial, concluye que podría haber alguien involucrado en la desaparición de la pequeña. 

Esta nueva hipótesis sostendría que cuando la pequeña llegó a la altura de una construcción junto a las vías (y que está fuera de la visión de las cámaras) habría alguien esperándola para cogerla en brazos. A esta conclusión se ha llegado gracias a la aparición de un destello que se ve en la propia grabación y que se podría corresponder con un segundo bulto (el de una persona de mayor complexión que ella) que estaría esperándola, agazapado tras dicha construcción y en el punto ciego de las cámaras. 

Las imágenes de la niña se toman a las 23:35 y cinco minutos después, a las 23:40, su padre corre en el mismo sentido por las vías, gritando su nombre. Físicamente sería imposible, según este informe, que Antonio, su padre, no la hubiera alcanzado teniendo en cuenta que corre a mucha más velocidad. 

La perito encargada de este nuevo informe ha reconstruido la escena con inteligencia artificial basada en las pruebas obtenidas y de esta forma se podría entender que la pequeña iba caminando sola en dirección a alguien y que ésta persona, siempre según el informe, se habría agachado para cogerla y llevársela consigo. 

El informe que revela esta nueva teoría lleva dos meses en el Juzgado y, por el momento, el juez no se ha pronunciado al respecto.