"Muchos ciudadanos ni siquiera se paran a leer las etiquetas"

-¿Cuáles son las amenazas principales en los hábitos de alimentación actuales?

-Tenemos dos grandes problemas: sobrealimentación y una gran tendencia a la inactividad física y el sedentarismo. Esos son nuestros mayores retos desde una perspectiva muy general.

-¿La sociedad tiene información suficiente y responsable de lo que come?

-El ciudadano relaciona la nutrición con la salud. A pesar de ello, desde la Fesnad nos encontramos con que no se sabe interpretar las etiquetas o ni siquiera se preocupan de mirarlas. Por lo tanto la sociedad sabe que tiene que estar informada pero en el fondo está muy poco informada de lo que realmente consume e ingiere.

-¿Qué puede hacer la población y la industria alimentaria por mejorar esa información?.

-Lo primero sería mejorar la educación nutricional en general y después, desde las escuelas, y universidades potenciar los mensajes saludables relacionados con la nutrición y se les de una cobertura adecuada. Hay que actuar a todos los niveles: información, formación y educación.

-¿Tanto conocimiento hace falta para confiar en qué se come?

- Las etiquetas pueden ser un poco complicadas. Lo que intentan es informar sobre las cantidades diarias recomendadas de ese alimento. Es cierto que debe haber cierta uniformidad en los mensajes, pero esto llegará en tanto y cuando la sociedad se mentalice de que esta información es necesaria y es práctica.

-Las reformas a nivel europeo realizadas sobre el etiquetado, ¿son suficientes?

-En Europea existe preocupación sobre estos temas; y existe una reglamentación desarrollada en los últimos años para que el etiquetado y los mensajes que aparecen sean claros. Por un lado están las declaraciones nutricionales, que hacen referencia a la composición: si tiene más o menos fibras, grasas o ácidos trans, proteínas, minerales o vitaminas... Luego, por otro lado, hay declaraciones de tipo saludable. Por ejemplo cuando un alimento argumenta sus beneficios para bajar el colesterol o controlar la resistencia a la insulina. Las normas tratan de regular esas dos cuestiones: la com posición y el valor saludable.

-¿Algunas marcas pueden haber haber abusado de sus supuestas propiedades saludables?

- Las marcas que tienen un prestigio que defender no han abusado porque se juegan mucho. Yo hablaría más de algunas empresas, o empresarios, que con pocos escrúpulos han intentado vender mensajes que si no son fraudulentos, son engañosos. El Tribunal de la Competencia ha obligado a cambiar algunos mensajes.

-¿En este tipo de reformas las sociedades científicas han tenido algún papel?

-No. La Fesnad publica documentos de consenso. Este año hemos sacado las ingestas dietéticas de referencia en España. Intenta informar de los niveles de nutrientes que una persona debe consumir para prevenir enfermedades y mantener la salud. Además, en los últimos nueve años hemos celebrado distintos días nacionales de la nutrición. Hemos abordado temas relacionados con la composición, las dietas milagro o, como en este caso, la información sobre alimentos.

-¿Y el objetivo de este año?

Mañana tendremos una reunión en el Ministerio de Sanidad en el que se abordarán algunas cuestiones sobre el etiquetado. El objetivo es que el consumidor aprenda a interpretar las cantidades de ingesta orientativas, conocidas como GDO. Las etiquetas tienen dos mensajes: la composición y el grado de cobertura respecto a las demandas normales de una persona.