En el embarazo aconsejan evitar el reposo absoluto salvo por prescripción médica

La espalda es una estructura robusta, formada por huesos resistentes y una musculatura potente. Es frecuente que el dolor de espalda no se deba a una enfermedad de la columna vertebral, sino a un mal funcionamiento de la musculatura de la espalda y a la influencia de determinados factores de riesgo. La mejor forma de evitar y tratar el dolor de espalda es hacer ejercicio y mantenerse físicamente activo, cumplir las normas de higiene postural, evitar el reposo en cama y tener una actitud mental positiva frente al dolor. Diversas situaciones como la edad o el estar embarazada, determinan qué factores de riesgo pueden ser más relevantes y las principales medidas a adoptar para prevenir o evitar el dolor de espalda. Según el doctor Mario Gestoso, director médico de la Fundación Kovacs, creada en 1986 para fomentar que la asistencia sanitaria se fundamente en una base científica y que cuenta con la red española de investigadores en Dolencias de Espalda (Reide), en el 30% de las mujeres embarazadas se produce dolor lumbar o ciática. Se piensa que en ellas el dolor muscular es el resultado de la sobrecarga producidas por el aumento de peso y la relajación de la musculatura abdominal, entre otros. Para contrastar estos condicionantes, Reide cuenta con un proyecto sobre la prevalencia del dolor lumbar y el dolor pélvico en las embarazadas, y factores asociados a un mayor riesgo de padecerlos. "Comenzamos en 2010 y esperamos que la muestra tenga unas 1500 mujeres", dice el director médico. A la espera de los futuros resultados, el doctor aconseja "que las embarazadas sigan las normas básicas de higiene postural como el resto de la población general con las limitaciones de su estado. Y, sobre todo, que eviten el reposo absoluto salvo por prescripción de su médico por riesgo para el embarazo".

Hasta hace poco se creía que sólo la vida del adulto era vulnerable al dolor de espalda, pero los estudios demostraron hace dos años que hasta el 70 % de los niños de 13 a 15 años ha padecido un dolor de espalda, "una frecuencia tan elevada como la de los adultos", destaca Mario Gestoso. Ahora, desde la Reire están haciendo un estudio en la franja de edad que va desde los 10 a los 12 años, porque si bien "creemos que en esta franja de edad las dolencias de espalda no son ta frecuentes como en años posteriores, sí puede marcar un punto de inflexión interesante que asegure donde dirigir las campañas preventivas de higiene postural".