En pleno debate sobre qué tipo de mascarillas hay que utilizar en cada espacio, el Consejo General de Enfermería ha recomendado que las conocidas como FFP2 se utilicen en lugares cerrados, poco ventilados y con aglomeración de gente, como es el caso de los autobuses, trenes y metro y, sobre todo, en aquellos lugares donde haya más probabilidad de concurrir con personas que tienen el virus como los centros sanitarios, los sociosanitarios o las farmacias.

Este consejo ha de sumarse al que están haciendo otros entes o, también, el que señaló hace unos días Fernando Simón al recomendar utilizar mascarillas FFP3, las cuales protegen más tiempo que las FFP2. Con todo esto, los enfermeros han señalado que su uso es clave para evitar la expansión del coronavirus, el colapso de los centros de salud o los hospitales y más fallecimientos. 

Recomendamos el uso de las mascarillas FFP2 en los espacios cerrados y poco ventiladoshttps://t.co/nq9aaWG6MY

— Consejo General de Enfermería (@CGEnfermeria) January 29, 2021

También, el Consejo General de Enfermería ha pedido la reducción impositiva de todas las mascarillas, fijando un precio máximo siempre que esté certificada su eficacia. A las quirúrgicas se les bajó el IVA del 21 por ciento al súper reducido del 4 por ciento hace unos meses por parte del Consejo de Ministros. 

FFP2 gratis para los más vulnerables

Además y yendo más allá del debate sobre el uso de las mascarillas, han comentado que las FFP2 deberían ser gratuitas para los colectivos más vulnerables, para todas esas familias y personas sin ingresos o con ingresos muy bajos derivados de la situación socioeconómica desatada por esta emergencia sanitaria, que ya va a cumplir un año. Han explicado que son bienes de primera necesidad y no se puede estar especulando con su precio. 

Han destacado que habría que incluirlas dentro del catálogo de medicamentos y productos financiados por el sistema nacional de salud con el mismo criterio de acceso en función de la renta y las circunstancias socioeconómicas de cada ciudadano. Según distintos estudios y análisis, una familia de cuatro miembros puede gastarse al año en mascarillas 1.500 euros, por lo que hay entidades que han pedido la rebaja del IVA o que sean gratuitas. 

Por último, el Consejo General de Enfermería ha instado a crear mecanismos para garantizar el acceso a estos productos en función de las necesidades y circunstancias socioeconómicas particulares que pueda tener cada persona para poder proteger su salud y la del resto de la sociedad cuando, en la actualidad, hay una transmisión comunitaria altísima del Covid-19.