La muerte de un joven desencadena el cierre de discotecas en Madrid
El Ayuntamiento ha precintado cuatro salas por irregularidades en las licencias de funcionamiento mientras los empresarios muestran su asombro por esta medida
La muerte, el pasado sábado, del joven Álvaro Ussía, presuntamente a manos de los porteros de una conocida discoteca de Madrid, ha desencadenado el cierre de otros cuatro locales emblemáticos de la ciudad que acumulaban infracciones administrativas.
Tras cerrar hace dos días El Balcón de Rosales, a cuyas puertas murió Ussía, el Ayuntamiento clausuró en las últimas horas de ayer la sala de conciertos La Riviera, la discoteca en la que el Dj Koke pinchaba cada noche, Moma 56, la mítica But y la histórica Macumba. Otras como New Garamond han pagado una sanción que por ahora las ha salvado del cierre.
El Ayuntamiento alega que estas salas han cometido "infracciones graves" relacionadas con las licencias, mientras que los empresarios dicen estar "sorprendidos, consternados y preocupados" por esta decisión de cerrar conocidos locales; y acusaron al alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, de organizar una "auténtica caza de brujas" contra los propietarios de este tipo de locales tras la muerte del joven.
Según ha declarado el gerente de la Asociación de Empresarios de Espectáculos, Salas de Fiesta, Discotecas y Ocio (Asfydis) de Madrid, Juan Antonio Fernández, los propietarios de las salas consideran injustificados estos cierres, aunque confían en que el afán por "demonizarles" y "culparles" de la muerte de este joven pase pronto.
Además, esperan que las actuaciones acometidas por la Administración "estén dentro de la legalidad", porque de lo contrario, pedirán responsabilidades, comunicó Fernández. "Ya ha habido otros casos en los que se ha cerrado una sala, después se ha demostrado que cumplía la legalidad y han sido los madrileños los que han tenido que pagar con sus contribuciones la indemnización", dijo Fernández.
Con respecto a la regulación de la actividad de los porteros de discoteca, el empresario ha insistido en que ésta ya existía en le Ley de Espectáculos y Actividades Recreativas de 1997, pero "había descansado en el cajón de los respectivos consejeros" que se han ocupado del sector en la región.
Por su parte, la oposición municipal critica que estas salas no se hayan cerrado antes, si realmente incumplían la ley.
El portavoz del grupo socialista, David Lucas, lamentó ayer que "haya tenido que morir" el joven Álvaro para que el Ayuntamiento "despierte"; e IU señaló que las "prisas" de ahora por cerrar locales delatan la "desidia que ha habido antes para no hacerlo".
La oposición considera que si se ha producido un asesinato como consecuencia de una trifulca originada en un local que no debería estar en funcionamiento, cabe pedir responsabilidades a la administración que lo ha permitido.
También la presidenta de la Comunidad madrileña, Esperanza Aguirre, se mostró partidaria de ser "rigurosos" con los locales que incumplen la ley, mientras que el sindicato CCOO advirtió de los efectos que puede tener el cese de la actividad de estas empresas sobre sus trabajadores. CCOO añadió que, a raíz de la muerte de Ussía, se ha sacado a la luz el "cúmulo de denuncias que han venido produciéndose en relación con las licencias y la actividad desarrollada en las discotecas".
La actuación del Ayuntamiento se produce después de que ayer la Comunidad aprobara un decreto que regula el trabajo de los porteros de bares y discotecas, a los que prohibe ejercer funciones de seguridad y obliga a superar pruebas psicotécnicas y de conocimientos.
Entretanto, la familia, el colegio y los amigos de Álvaro Ussía convocaron anoche una concentración ante El Balcón de Rosales para expresar su dolor y pedir al Ayuntamiento que no vuelva a ignorar las denuncias por irregularidades en el funcionamiento de estas salas.
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