Se dice que reciclar no es una obligación, sino una responsabilidad de las personas. En un mundo que ha cambiado su mentalidad y que encara el futuro desde otro punto de vista, la sostenibilidad y el medio ambiente son cuestiones que no pasan desapercibidas. Por ello, una de las novedades más celebradas del próximo 2021 es la desaparición de las bolsas de plástico de las cadenas de supermercados.

Esta corriente a favor del planeta empezó ya hace algunos años cuando se empezaron a cobrar las bolsas a los consumidores que las pedían en caja. Esta acción, se llevo a cabo para reducir el consumo de plásticos de una manera muy efectiva; haciendo al cliente gastar dinero en algo innecesario y evitable. Aún así, este deseo de un mundo mejor llegará a su objetivo definitivo en este 2021 ya que las denominadas bolsas ligeras, aquellas que van de 15 micras a 50 o inferior, quedarán fuera del mercado y más si no son reutilizables. 

Hay varios países que se suman a esta iniciativa entre ellos varios europeos como Francia, Italia y España. La ministra de Medio Ambiente ofreció una serie de datos que son realmente alarmantes. En concreto, casi un 90% de estas bolsas de plástico se utilizan solo una vez y ese único uso no sobrepasa los 25 minutos; del supermercado a casa. Además, está corroborado por grandes expertos que este material, si no es biodegradable, es muy dañino para el ecosistema, algo tan dañino que suele acabar en unos océanos que ya cuentan con millones de toneladas de plástico, entre 3 y 15 al año.

Un cambio para un futuro mejor

Las medidas que se han ido tomando a lo largo de estos años están haciendo que las personas cada vez se conciencien más sobre una problemática que se puede erradicar cambiando una serie de simples conductas. Si nos fijamos en España, el país ha conseguido reducir el consumo de las bolsas de plástico hasta la mitad. La solución, por tanto, radica en un consumo más eficiente.

Este cambio es necesario ya no solo por el planeta sino por estudios como el llevado a cabo por Greenpeace en el que se afirma que se han encontrado residuos plásticos no solo en el mar, lagos y rocas, sino en el agua y nuestra propia comida. Estos microplásticos puede acarrear numerosos problemas de salud que están en nuestra mano evitar con una buena educación ecológica.