Anuario Agricultura & Alimentación 2023

La sequía nos incumbe a todos

  • Para ser competitivos, necesitamos igualdad de condiciones y ayuda para paliar esa gran desventaja que arrastramos: la falta de agua

Comité de Expertos frente a la Sequía, presidido por Juanma Moreno.

Comité de Expertos frente a la Sequía, presidido por Juanma Moreno.

La situación económica, el alza de precios, la inflación y la pérdida de poder adquisitivo de las familias son las principales preocupaciones de los andaluces. Así lo refleja el último barómetro del Centro de Estudios Andaluces (CENTRA), una de las herramientas que más ayuda a conocer cuáles son los problemas e inquietudes de los ciudadanos.

Una opinión que compartimos plenamente desde el Gobierno andaluz, y a la que venimos haciendo frente con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance para ayudar en lo posible a familias, autónomos y a tantos y tantos andaluces que a duras penas están pudiendo hacer frente a las subidas del precio de la luz, los alimentos o el combustible.

En esa línea, hemos desplegado iniciativas de forma trasversal. Desde el ámbito fiscal, con más deducciones por nacimiento de hijos, familias numerosas, gastos educativos, o por vivir en zonas despobladas; pasando por el laboral, con medidas como la ampliación de la tarifa plana a los autónomos, la cuota cero o diferentes subvenciones y ayudas a la contratación; u otras vinculadas al ámbito social.

Además, en este inicio de curso escolar, y ante la escalada de precios en todos los sectores, hemos destinado 800 millones en ayudas a las familias para servicios complementarios, becas, transporte, libros de texto, etc.

Tampoco podemos olvidar que la inflación agrava aún más la situación de las personas en riesgo de exclusión social. Una realidad a la que los andaluces siempre han respondido con solidaridad y esfuerzo, y en la que el Gobierno andaluz vuelca también multitud de medidas y propuestas para mitigar sus efectos.

Con todo, en Andalucía, todo este difícil contexto económico cuenta con un ingrediente que no se da con la misma intensidad en ningún lugar de España, ni de Europa, como aquí. Un agravante de enorme peso que no escapa siquiera a las conclusiones de nuestro barómetro: la sequía. Para los andaluces, figura también ya entre sus principales preocupaciones.

Los tres decretos de sequía ya están al 85% de ejecución y han permitido destinar 300 millones a atender las necesidades del sector y población en general

Desde el Gobierno andaluz llevamos muchos meses anticipándonos a una situación que, en efecto, es cada día más preocupante. Los tres decretos de sequía que hemos aprobado ya están al 85% de ejecución y han permitido destinar 300 millones a atender las necesidades de agua de agricultores, ganaderos y población en general.

Desde 2019 hemos movilizado 1.500 millones en infraestructuras hidráulicas y hemos puesto en marcha 542 obras en toda Andalucía, a las que habrá que añadir otras 26 que se pondrán en servicio en las próximas semanas. En Almería, en concreto, hablamos de El Ejido y Roquetas (tratamientos terciarios de aguas residuales) o Benínar (mejora del patrimonio hidráulico de la presa). En total, 568 infraestructuras.

Además, hemos aprobado un plan, al que llamamos ‘Plan S.O.S.’ (Soluciones y Obras frente a la Sequía), dotado con más de 4.000 millones hasta 2027.

Atajar el problema de la falta de agua debe ser un reto de futuro, pero no únicamente para Andalucía. Es un reto de país. Un reto inaplazable que nos incumbe a todos. Pero la realidad es que Andalucía está echando mucho de menos en este camino la mano del Gobierno de España: hay 76 obras que debería hacer el Estado, y que ha tenido que asumir la comunidad autónoma.

Es evidente que el daño que pueda sufrir la economía andaluza por los golpes de la sequía va a repercutir en negativo en la española y en el equilibrio que esta tierra le aporta. Por eso defendemos que esta situación, alarmante, requiere de una financiación especial para construir obras hídricas. En cuanto a su construcción, Andalucía está sobradamente capacitada para asumirla.

Desde la Junta nos gustaría haber percibido disposición por parte del Gobierno central para anticiparnos juntos a un problema que ya está aquí. Llevamos muchos meses alertando, tanto de manera pública como privada, de lo que está ocurriendo. Una preocupación latente en todo nuestro tejido económico que he podido percibir y constatar a lo largo de los últimos meses de parte de los empresarios vinculados a nuestro sector agroalimentario. Duele ver lo mal que lo están pasando.

Estamos ante un reto de país, pero queremos elevar nuestra voz todavía más allá. Por eso pedimos que, además de España, también desde la Unión Europea se ayude a Andalucía, que cuenta con un evidente déficit hídrico, para que pueda competir en igualdad de condiciones con el resto de Europa, teniendo infraestructuras que impulsen nuestro desarrollo agrícola, industrial, económico y del sector servicios. Reclamamos que se reconozca, en definitiva, la singularidad hídrica de esta tierra.

Atajar el problema de la falta de agua debe ser un reto de futuro, pero no únicamente para Andalucía. Es un reto de país. Un reto que nos incumbe a todos

No es una reclamación vacía de justificación. Andalucía se ha convertido en la región más seca de Europa como consecuencia del cambio climático y las altas temperaturas. La dependencia que nuestros sistemas productivos tienen del agua en un escenario de creciente escasez hace necesario que la UE reconozca esa ‘singularidad andaluza’, con una estrategia a corto y medio plazo que facilite la cohesión y la convergencia. Se trata de facilitar mecanismos que permitan a Andalucía dotarse de los recursos e infraestructuras necesarios para adaptarse a esta nueva situación climática.

Más allá de ello, en ese ámbito comunitario también estamos poniendo propuestas encima de la mesa que nos ayuden. Creemos, por ejemplo, que los fondos europeos constituyen otra herramienta perfecta que nos puede permitir avanzar en ese camino, pudiendo reprogramarlos y reorientarlos para destinar parte de ellos a obras básicas vinculadas al agua que tanto necesitamos. Europa marcó lo digital y lo verde como prioridades tras el COVID. En el caso de Andalucía, precisamente por las características de nuestra tierra, la más cálida del continente, creemos necesario vincular una tercera prioridad: la sequía.

Mientras tanto, insisto, no estamos de brazos cruzados. Seguimos explorando otros caminos que ofrecen soluciones, y en los que también vamos a avanzar. Por ejemplo, la regeneración de agua. En los cuatro años de esta legislatura, Andalucía tiene previsto generar 143 hm3 de agua regenerada para riego y los sectores productivos. Un hito que nos va a convertir en la región de Europa que más agua recicla.

En definitiva, creo que Andalucía está demostrando tener capacidad para competir con los grandes. Pero, para ser competitivos, necesitamos igualdad de condiciones y ayuda para paliar esa gran desventaja que arrastramos que es la falta de agua.

Siempre he mantenido que el agua es tan importante para nuestra economía como el gas para Alemania. Varios informes técnicos estiman que, si la falta de lluvias no revierte, la Comunidad perderá 7 puntos del PIB y unos 140.000 empleos. En Andalucía, pues, no resulta exagerado decir que sequía es sinónimo de ruina.

Pero, pese a las dificultades y a la falta de respuestas, Andalucía siempre ha mantenido una actitud proactiva. Afrontando inversiones y obras, se ha dicho ya, algunas de las cuales eran responsabilidad del Gobierno central. O, por ejemplo, poniendo en marcha campañas de concienciación de cara a la ciudadanía. La última de ellas, aún vigente, evoca muy acertadamente el eslogan ‘El agua te necesita’, que personalmente veo muy certero. En mi opinión, no creo que a Andalucía se le pueda reprochar nada.

Pero también es cierto que necesitamos el respaldo y la cooperación del resto de administraciones, incluida Europa, para hacer frente a una sequía que amenaza con ir acentuándose con el paso de los años, y por tanto con convertirse en un grave problema para las próximas generaciones. Hagámosle frente juntos, porque la falta de agua nos incumbe a todos.

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