El verano en la comunidad autónoma está siendo uno de los más sangrientos en lo que se refiere a la violencia de género y ha sido el responsable de que este año pueda convertirse en el más tráfico en los crímenes machistas en Andalucía desde que hay registros. Con el asesinato confirmado en Chipiona por el que un hombre de 73 años ingresó en prisión después de ser detenido por matar a su mujer de 63, son ya 13 las mujeres asesinadas por sus parejas en lo que llevamos de año.

Esta cifra supera las 11 con las que, según las cifras del Ministerio del Interior, se cerró el balance de la violencia machistas el año pasado. La estadística consultada por este periódico confirman que tan solo en el año 2015 hubo más asesinatos de mujeres que en los ocho primeros meses de este año (uno más) y la cifra iguala a las que se registraron en todo el 2019 cuando se llegó a las 13 que llevan asesinadas este año que son una mas que las 12 de 2018.

La última víctima tenía un hijo y dos hijas mayores de edad con lo que la trágica lista de huérfanos por los asesinatos de sus madres sobrepasa también la docena, una cifra tampoco nunca alcanzada antes. El suceso confirmado este viernes tuvo lugar durante la noche del pasado 23 de agosto, cuando agentes de la Guardia Civil de Cádiz recibieron el aviso del hallazgo del cuerpo sin vida de la víctima. Ante estos hechos, se procedió a la detención de su pareja, como presunto autor de un homicidio dentro del ámbito de violencia de género.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, y la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, quieren expresar de nuevo “su más absoluta condena y rechazo” a este asesinato machista y trasladan todo su apoyo a familiares y amistades de la víctima. Tanto la ministra como la delegada piden todos los esfuerzos desde las instituciones, administraciones y el conjunto de la sociedad para llegar a tiempo y evitar más muertes.

La decimotercera víctima mortal por violencia machista en lo que va de año en la comunidad andaluza, tras la confirmación el pasado jueves de la víctima de Motril, cuyo marido, un guardia civil de 41 años que viajaba con ella, se quitó la vida unas 12 horas después en su piso. La víctima tenía dos hijas menores de edad y el informe forense apunta a una posible asfixia como causa de la muerte antes del siniestro.

También dentro de este mismo mes de agosto el más trágico que se recuerda con hasta cuatro mujeres asesinadas, el pasado día 9, se confirmó el asesinato de una mujer de 31 años en la localidad cordobesa de Pozoblanco a manos de su pareja, que se quitó la vida. La víctima tenía tres hijas menores de edad. Apenas dos días antes, el 7 de agosto, se tenía constancia del asesinato de una mujer de 27 años en el barrio de Pescadería, en la capital almeriense. No existían denuncias previas por violencia de género contra el presunto agresor y la víctima tenía una hija y dos hijos menores de edad.

El asesinato de una mujer de 22 años en Utrera presuntamente a manos de su pareja el día 31 de julio se añadía a la lista de crímenes de un verano para no olvidar. La víctima no había solicitado ayuda a los servicios sociales del Ayuntamiento en relación con presuntos malos tratos y tampoco constan denuncias suyas en el sistema VioGén.

Pocos días antes, el pasado 20 de julio se tenía noticias del asesinato de una mujer de 54 años en Humilladero como un caso de violencia de género. En este caso, sí había denuncias previas por violencia de género contra el presunto agresor, pero no era usuaria del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) ni de la red de Centros Municipales de Información a la Mujer de la provincia.

En el mes de mayo, en concreto, el día 18 se confirmó como violencia de género el asesinato a puñaladas de una mujer de 28 años en Torremolinos a manos de un hombre que fue detenido. No existían denuncias previas contra el agresor. En el mismo mes, concretamente el día 3, la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género confirmaba como caso de violencia de género el asesinato de una mujer de 39 años de nacionalidad rumana en Jerez de la Frontera a manos de un hombre que fue detenido tras denunciar la muerte, era un caso de violencia de género. No existían denuncias previas por violencia de género contra el presunto agresor.

Un mes antes, el 4 de abril, se confirmó igualmente como violencia de género el asesinato de otra mujer de nacionalidad rumana presuntamente a manos de su expareja en Palos de la Frontera, el cual era detenido horas después. Tampoco existían denuncias previas.

El 1 de marzo se confirmaba como violencia de género el asesinato por arma de fuego de una joven de 17 años en el municipio de El Rubio (Sevilla) presuntamente a manos de su expareja, y el 3 de febrero otro asesinato de una mujer de 64 años cuyo cuerpo fue hallado en un domicilio de La Línea de la Concepción junto al de un hombre con heridas por arma de fuego.

El 13 de enero se tenía confirmación del caso de una mujer de 46 años asesinada por su ex pareja en Marbella y cuyo cadáver sin cabeza ni manos fue hallado flotando en el mar unos días antes. No existían denuncias previas por violencia de género contra el presunto agresor.

El 9 de enero se confirmaba como violencia de género el caso de otra mujer de 46 años presuntamente asesinada por su pareja en El Puerto de Santa María, el primero de este ejercicio en la comunidad autónoma de Andalucía. La víctima no había interpuesto denuncias previamente contra su presunto agresor, de 40 años, que tenía antecedentes por violencia de género por otra pareja anterior.