Fue cuando menos lo esperábamos. En el Viaje al fondo de la tele que conduce Santiago Segura, dedicado a programas que se llevaron a cabo Fuera del tiesto, esto es, inclasificables y osados como ellos solos por distintas razones. Rescataron Si yo fuera presidente (TVE 2, 1982-1983) y por espacio de diez minutos experimentamos una inmersión en otros mundos. Esos que también habitaron la televisión algún día. Crítico, imaginativo, comprometido, original, Fernando García Tola realizó la mejor televisión de autor que se pudo ver en la época.

Venía de hacer un prime time para La 1 con Esta noche. Pero la relativa clandestinidad de La 2 le permitió liberarse de casi todas las servidumbres. Comenzando por una selección musical irrepetible, con Alberto Pérez, Javier Krahe, Manuel Bartual, Patxinger Z, Joaquín Sabina o El Titi. De mucho predicamento gozó la sección de Reclamaciones, una ventanilla en la que el propio Tola ejercía de Defensor del Pueblo. Montó discusiones acaloradas con espectadores de a pie, que demostraron, 30 años antes que las de Mad in Spain, que podían ser incluso más divertidas. Eso sí, envueltas en la nube de humo de tantos fumadores acalorados.

Si me tuviera que quedar con un instante de los diez minutos que recuperó Jorge Santos en el Viaje al centro de la tele, lo haría con el TD Express que presentaba Mari Carmen Yepes, qué gran voz. "Hoy se han proferido en el mundo decenas de miles de insultos que no han llegado a sus destinatarios". A partir del lunes 4 vuelve Hora punta, con Javier Cárdenas. Televisivamente hablando cualquier parecido con Si yo fuera presidente o Querido Pirulí es pura coincidencia. Han pasado 35 años, pero está muy claro que el concepto de evolución, si analizamos la historia del medio en nuestro país, es muy subjetivo.