"Los informativos de La Sexta devuelven la política a la gente"

Junto a Helena Resano y Mamen Mendizábal, Cristina Villanueva vivió en primera persona los primeros pasos de La Sexta como cadena. Ahora que se cumple una década de aquello, la periodista valora positivamente el hecho de ver nacer a un canal de televisión del que se siente orgullosa, sobre todo de sus informativos, pues como ella los defines son un "altavoz de los ciudadanos". Aunque ella en 2006 vio todo aquello desde "la barrera" del Mundial de Fútbol de Alemania que tuvo que cubrir. Desde el año siguiente, 2007, es la encargada de la edición de fin de semana de La Sexta Noticias.

-Usted ha vivido la evolución de La Sexta como cadena en sus días años de existencia. ¿Cómo valora esta década?

-Pues la cadena ha dado un salto brutal en este tiempo. Hay que tener en cuenta que empezábamos de cero un proyecto, antes de arrancar incluso se hicieron unos pilotos de los informativos para ver cómo iban. Era la primera vez que el informativo iba a las dos de la tarde y teníamos todo en contra; las ruedas de presa, toda la infraestructura informativa estaba organizada para que el telediario fuera a las tres. Yo lo viví desde Alemania (cubriendo el Mundial de Fútbol), pero Helena (Resano) y Mamen (Mendizábal) me mantenían al día (risas). Si no hubiéramos tenido muchas ganas de trabajar y mucha ilusión, nos hubiéramos estrellado.

-¿En qué se diferencian los informativos de La Sexta de los del resto de cadenas?

-La Sexta ha pasado por muchas fases. Desde la primera que relataba antes, a otra en la que empezamos a notar la confianza de los espectadores. Nos convertimos en el telediario diferente, creamos un sello de identidad propio que aún perdura. Cuando llegó el movimiento 15-M, ya estábamos ahí, fuimos de las primeras cadenas que estuvimos en directo en las manifestaciones. La Sexta se convirtió en el micrófono que recogió el grito indignado de los españoles.

-Cercanía, empatía, diferente punto de vista. ¿Noticias La Sexta sigue manteniendo este espíritu rebelde con el que arrancó hace diez años o se han acomodado un poco ya?

-Creo que no, que seguimos teniendo ese punto rebelde. La Sexta devuelve la política a la gente, eso es importante. La empatía y la cercanía son nuestras premisas, pero es que yo personalmente quiero pensar que no hay otra manera de contar las noticias. Hay que sentir la realidad para contarla. Si te pones en el lugar del afectado, siempre serás mejor periodista. Al final, esto pasa su factura también... llevarte los temas a casa.

-En esta década, ¿qué noticia ha sido más duro dar?

-Desgraciadamente muchas. El atentado de la T-4, el accidente de Spanair, la crisis acuciante, los deshaucios, el tema de las preferentes... es que no puedes evitar que se te salten las lágrimas a veces. Ves reflejados muchas veces a tu familia, a tus amigos... es duro, pero hay que estar ahí, al pie del cañón, para que los espectadores se enteren de lo que está ocurriendo.

-También habrá tenido momentos gratificantes.

-¡Claro, por supuesto! Sobre todo la sensación es de orgullo, cuando una información que ha sido técnicamente difícil transmitir o en riguroso directo, ha salido bien.

-Usted empezó en TVE como periodista deportiva. ¿Nunca ha pensado en presentar otros formatos?

-Alguna cosa he hecho... (el espacio de entrevistas Sexto sentido -2006-, por ejemplo). Pero es que en La Sexta nos apasionan a casi todos la política (risas). Me costaría dejarlo, la verdad. Tengo mucha libertad en mi trabajo y no me gustaría prescindir de ella.