"La risa es terapia, el único momento en el que la mente se para y sólo nos divertimos"

Empezó bailando, aunque lo que realmente hizo popular a la actriz catalana Yolanda Ramos es su faceta como imitadora. Sus parodias de Belén Esteban, Ana Obregón o María Teresa Campos la hicieron destacar en Homo Zapping de Antena 3, y para ella ya es difícil no hablar de su trayectoria sin mencionar esta etapa. Una oportunidad que dio paso a otras tantas, y que ahora le han convertido en la nueva socia del show cómico El Club del Chiste.

-Nuevo fichaje de El Club del Chiste, ¿cómo se siente?

-Muy bien, es una experiencia muy bonita. Hay que trabajar, porque estamos todo el día currando, pero la verdad es que me siento mejor de lo que pensaba. Al principio temía sentirme más extraña, veía complicado contar un chiste como trabajo. Además, tampoco soy de contar muchos, siempre se me olvidan. Así que ahora me los estudio y le estoy cogiendo el gustillo, la verdad.

-¿Seguirá con sus imitaciones?

-Sí, habrá pinceladas. Llevaré al programa a personajes que nunca irían, como Penélope Cruz o Carmen Lomana. Será divertido.

-Chistes, parodias y también partes de ficción. Imagino que será un trabajo bastante duro...

-Imaginas bien. Desde las siete de la mañana dando el callo, estudiando guiones, todo el día grabando. Aún así, yo soy de las que piensa que mejor estar cansada en el trabajo que cansada de estar en la casa,¿no?

-Y con los compañeros, ¿qué tal?

-Puede sonar a tópico, pero muy bien. Ya conocía a muchos de ellos y desde el principio me he sentido como en casa. Además, me han facilitado mucho las cosas.

-Dice que en El Club de Chiste está todo guionizado. ¿Yolanda Ramos es más de improvisar o en cambio sí que prefiere un guión?

-Yo soy más de improvisar, aunque siempre me gusta caer en la piscina. Es decir, me gusta ser creativa y proponer, siempre que sea posible, pero si es desde unas pautas marcadas pues mucho mejor.

-Ha tenido distintas etapas en su trayectoria en televisión. ¿Unas mejores que otras?

-De todas he sacado cosas muy positivas, aunque sí que de algunas guardo un recuerdo más especial. Por ejemplo, Homo Zapping, que me marcó tanto como que fue el programa con el que empezó mi aventura en la tele, o El intermedio, que es un producto que me encanta y que me permitió hacer y tocar palos, desde el humor, que nunca antes había hecho, como la política.

-¿Ha hecho algo que no le haya llegado a convencer?

-Sí, claro que he hecho cosas que no me convencían, pero hay que comer. Lo más positivo es salir airosa, hacerlo bien y sentirte orgullosa del trabajo.

-¿No echa de menos el drama?

-Si te refieres a si me gustaría hacer drama, sí. Me encantaría; creo que cuando haces llorar a la gente cree más en ti. Aunque a la larga lo que me apasiona es hacer reír.

-¿Por qué hay que reírse?

-La risa es buena, terapéutica. Hay que reírse, ya que cuando lo hacemos no se puede pensar en otra cosa. La mente se para y sólo nos divertimos. En cambio, cuando lloramos no paramos de recordar y pensar en cosas negativas. Yo cada día me río más, hasta de las cosas más desapercibidas para cualquiera.

-Casi siempre la hemos visto en el cuerpo de otra persona, ahora será más usted misma. ¿Tiene miedo al qué pensarán?

-Siempre quieres gustar, pero si no tienes que hacer que te resbale, ¡a alguien le gustará! Hay que mentalizarse y hacernos fuertes ante el hecho de que a todo el mundo no le puedes gustar del mismo modo. La verdad es que hasta el día de hoy mi fama ha sido rara, mucha gente ni me reconoce. Ahora no sé si esto cambiará, aunque no me importa. La tele es así, y gracias a ella se gana una la vida muy bien .

-Por hacer humor, ¿hay alguien que se ríe cuando habla de algo en serio?

-Sí. Me ha pasado que por ser humorista no han confiado en mi palabra. Toca las narices, ¿eh?