Una oreja para Antonio José Blanco y Pérez Mota en el festival de Trigueros
El ganadero de La Palmosilla Javier Núñez fue ovacionado al torear un utrero de su ganadería en la plaza de Beaucaire
Pese a ser puro otoño ya ha comenzado lo que los taurinos llaman "el invierno", tiempo de faenas camperas, festivales y ferias en América. El fin de semana taurino con la temporada bien terminada ha sido arquetípico de ese invierno y se ha caracterizado por la celebración de festivales.
Diez orejas y un rabo se han concedido en la tarde de ayer en el décimo segundo festival taurino celebrado con motivo de la feria de la localidad onubense de Trigueros.
Se han lidiado, por orden de aparición, reses de las ganaderías de Manuel Ángel Villares, Hijos de Celestino Cuadri -premiado con la vuelta al ruedo-, Murteira Grave, Tomás Prieto de la Cal, Buenavista y Arucci, para rejones.
El matador de toros Víctor Puerto, que abrió plaza, dos orejas. El extremeño Antonio Ferrera, dos orejas tras aviso. El matador de toros de Sanlúcar Antonio José Blanco, una oreja. Manuel Jesús Pérez Mota, espada de El Bosque, una oreja.
Por su parte el novillero local David de Miranda cortó dos orejas y rabo. El rejoneador Andrés Romero, dos orejas.
La plaza de toros de la localidad onubense registró tres cuarto de entrada en tarde de agradable temperatura.
Los beneficios del festejo se destinarán a obras sociales. Se guardó un minuto de silencio en recuerdo del rejoneador portugués Joaquín Murteira Grave, fallecido la semana pasada.
Por otro lado el pasado sábado se verificó en la localidad francesa de Beaucaire un curioso festival por su concepto y el marco escénico, ya que fue de toreros artistas en un recinto con el pintoresco forillo de los riscos de la ciudad y nocturno, con los relieves rocosos iluminados formando un mágico escenario.
Toda una invocación am los duendes en la que se lidiaron novillos de La Palmosilla.
Juan Serrano "Finito de Córdoba", dos orejas; Javier Conde, dos orejas; José Ignacio Uceda Leal, dos orejas; Román Pérez, dos orejas; y el ganadero de La Palmosilla Javier Núñez, que no rubricó con la espada lo bueno que hizo con la muleta, ovación.
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