El Juli cuaja una faena rotunda en la Feria de Albacete

El madrileño, cumbre ante un toro de Zalduendo; Curro Díaz y Talavante, una oreja

Agencias / Albacete

16 de septiembre 2011 - 01:00

El Juli cortó ayer dos orejas que pudieron haber sido más por una decisión incomprensible del palco, tras realizar la faena más significativa de la feria. Curro Díaz cortó una oreja en el quinto y Alejandro Talavante obtuvo el mismo premio en el sexto.

El Juli dejó crudito al segundo, sabedor de que con la muleta iba a poder solventar cualquier problema que le presentara, como así fue. El toro tuvo cierta violencia. La faena, una lección de mente clara, valor seco y técnica impecable. El premio de una oreja hubiera sido mayor de no resultar trasera la estocada casi entera y necesitar un golpe de verduguillo.

La del quinto fue, sin duda, la faena más meritoria de toda la Feria. El toro tuvo cierta nobleza, pero ni en los mejores sueños del ganadero cabía pensar que se llevara tandas de naturales y derechazos tan largos, con la muleta dos palmos arrastrando por la arena, alargando la embestida como si cada pase fueran dos. Cuando montó la espada, en el tendido ya pedían el rabo, un trofeo que en Albacete no se concede desde hace décadas, pero nadie dudaba de la segunda oreja. La estocada por sí misma ya la hubiera merecido; se trataba de un torero que acababa de estar muy por encima de un toro al que terminó haciendo parecer de bandera. Incomprensible.

Talavante y Díaz cortaron una oreja cada uno.

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