Zalamea abre hoy desde la importancia del toro

Dos plazas comienzan este septiembre una nueva etapa en su recorrido. Lo hará Ayamonte después de más de seis años sin toros y lo hace hoy, esta tarde, Zalamea la Real. Dos casos diferentes porque si es verdad que ese coso a medio camino entre el Andévalo y la Sierra ha tenido festejos estos años, a la plaza le ha faltado la dignidad del toro. La dignidad que reclama el aficionado en una plaza que marca manifiesto la tarde anterior como ayer sucedió con el desembarco de la corrida de Albarreal, protagonista esta tarde a partir de las 18:30 del primer espectáculo de la feria 2018.

La nueva etapa se la brinda organizativamente un empresario joven, novillero con caballos y que durante su intervención ante el público zalameño hace escasas noches con motivo de la celebración del pregón dejó claras tres intenciones respecto a Zalamea: trabajar por el futuro, poner al toro en el sitio que corresponde a esta plaza y echarle lógica a un cartel de toreros.

"Satisfecho no está uno nunca porque hay que aspirar a que lleguen cada día retos nuevos, pero sí estoy muy ilusionado en que esta etapa que se abre profesionalmente en una plaza de prestigio como la de Zalamea, sea una carta de presentación importante para trabajar de cara al futuro", argumenta Mazantini.

Actuante en varios ruedos de la provincia como ese mismo Zalamea o Moguer, donde su apodo y actuaciones le convirtieron en un torero muy querido, Manuel Fernández se ha curtido en esa tarea empresarial desde la dureza que proporciona defender una taquilla junto a subvenciones escasas y exigencias grandes.

"Cada uno que entienda esto como mejor le convenga o sepa. Por mi parte pienso que hay una línea en la que le damos dignidad a la Fiesta con un toro digno y por otra, se la quitamos en cuanto ese toro no esté puesto en la plaza. He venido buscando una ganadería de la tierra, que no desgaste al toro con viajes largos y que además esté en un momento en el que las figuras la lidien en cualquier plaza. Le hemos puesto un torero con veteranía, como es Víctor [Puerto], un matador de toros con el peso de un apellido importante que va marcando ya su camino y una alternativa como la de Mario Diéguez, que hace aún más bonita esta tarde de toros. No puedo hacerlos embestir la corrida, pero creo que para el tiempo que hemos tenido los mimbres son buenos para que esta tarde pase algo bonito e importante".

El anuncio de una rebaja en el precio de las localidades le proporcionó el único aplauso que se le haya dado a un empresario antes de que el primer toro salte al albero.

"Quise que fuese un gesto con un pueblo que me ha acogido con respeto y cariño desde que me hago cargo de la feria. Ya dije que mi idea es trabajar a futuro con una plaza que me deje tiempo para emprender cosas nuevas, motivar a la afición y que la plaza tenga una actividad destacada dentro del año. Pienso que tanto la afición, el Ayuntamiento como yo, necesitamos de un espacio de confianza para emprender proyectos y esa referencia nos la va a dar esta feria. La apuesta hubiese sido más fácil con un solo espectáculo, pero había que dejar también esa propuesta de los recortadores al proporcionar dos tardes de toros en la feria".

La relación de Zalamea con el toro en la plaza comenzó ayer tarde con el desembarco de los toros de Albarreal. Un manifiesto tradicional que ha dejado gratas impresiones en el aficionado, por la presencia que en conjunto lucen los ejemplares de la divisa onubense.

Desde la expectación que marca una ganadería en extraordinario momento y el retorno de un torero muy querido en esta plaza como es Víctor Puerto, Zalamea la Real inicia esta tarde el recorrido por un triángulo importante de toreo en la provincia como marca el día 7 de septiembre Ayamonte o la importante cita de Cortegana con la temporada onubense dos días después.