El ambiente en la Basílica del Cachorro: "Se vive con cierta añoranza, pero su presencia inunda cada rincón"
No existe el vacío en Triana: "Es la misma sensación, porque ella nos llena todo esperándolo"
Los sevillanos ponen rumbo a Roma para acompañar al Cachorro: "Me voy a acordar mucho de mi padre"
Sevilla/El vacío en la Basílica del Cachorro apenas se percibe.
Lo llena ella, la Virgen del Patrocinio, que espera serena el regreso del Cristo de la Expiración, el Cachorro de Sevilla, tras su histórica presencia en el Jubileo de las Cofradías en Roma.
Su presencia, firme y maternal, sostiene el pulso devocional de Triana. Fieles, cofrades, devotos y hermanos del Cachorro acuden a la Basílica como cada día a rezar. Ellos tienen claro que "la fe no viaja, sino que permanece siempre, aguardando y sosteniendo con el mismo amor que une al barrio de Triana con su cristo crucificado".
