La escultura es la disciplina que este año protagoniza la Exposicion Internacional de Otoño de la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría, patrocinada por la Fundación Cajasol. La muestra, que se puede visitar hasta el 28 de noviembre en la Casa de los Pinelo, entregó anoche sus premios a los artistas galardonados.

La Academia ha apostado este año en los galardones por obras con un marcado caracter abstracto. De hecho, la medalla de oro y premio Fundación Real Maestranza de Caballería de Sevilla es para Augusto Fernández Arana por Baco V. Es la segunda medalla de oro para este artista en la historia del certamen internacional. "Es un trabajo muy representativo de mi obra actual. Son planos curvos con referencia figurativa importante", explica.

Según Arana, estas exposiciones suponen un espaldarazo por parte de los académicos, "que se incorporen piezas actuales a esta exposición y que, encima, las premien, es muy importante", asegura. El escultor tiene su taller en Trebujena, con una pequeña exposición permanente.

En esta edición hay una nota curiosa en que padre e hijo han recibido un premio. Antonio Jurado Chía y Antonio Jurado Corrales, de Gilena, son padre e hijo y, desde anoche, dos de los galardonados en la LXVII Exposición Internacional de Otoño 2018.

El hijo, Antonio Jurado Corrales, ha ganado el Premio Instituto Británico con Conquense tendida, un trabajo realizado en piedra donde se mezcla la anstracción y lo figurativo.El padre, Antonio Jurado Chía, ha sido galardonado con el Premio del Duque de Alba con Teoria de la autopista. Una obra en mármol rojo donde se juega con el volumen y el espacio en dirección a a la dinámica. “La base volumétrica sigue el movimiento de los individuos en sendas de utopía y libertad”, explica.

El de la Fundación Cruzcampo ha sido para Pedro Anía Gérez, un escultor oscense que ha presentado la obra Reflexión.

Carlos Albert Pérez y su Hipnagógico han obtenido el premio Corte Inglés de Sevilla S. A. La obra es muy representativa de sus trabajo. Aunque no es la primera vez que forma parte de la Exposición Internacional de Otoño, sí se estrena participando con una obra de hierro forjado. Hipnagógico es una composición de hierro forjado muy equilibrada que busca la simetría con un interior en forma de cruz y uno arcos que envuelven el espacio. “Una abstracción geométrtica”, en palabras de su autor, que tiene el taller en una zona industrial de un pueblo de las afueras de Madrid.

El acto se clausuró con un concierto de Andrés Carlos Manchado López, catedrático de piano y piano flamenco. Fue un concierto, Arte, tierra y fuego de creación propia, donde el pianista improvisó según le fue surgiendo la inspiración.