Maestra de día, plumilla de noche

Lucía Feliú es profesora de Inglés en un instituto, pero su verdadera pasión es la escritura. Entre clase y clase aprovecha todo el tiempo que puede para plasmar en el papel todo lo que pasa por su cabeza. Y debe salirle bien eso de aprovechar el tiempo. Esta sevillana ya ha escrito ocho novelas, entre ellas El faro y Cartas a Siracusa (Almuzara). Esta última vio la luz hace muy poco y está teniendo muy buena acogida. En esta novela, Feliú aúna diferentes géneros, como el científico y el histórico, además de contar con alguna innovación. Cansada de las novelas históricas al uso y proveniente del mundo de la literatura juvenil, toma una parte de la historia de la humanidad como punto de partida para explicar el funcionamiento del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). La autora sitúa la acción en la España actual, donde una investigadora de este departamento tiene que confirmar la existencia de tres mártires de la época de los primeros cristianos por orden expresa del Vaticano. Sin saberlo, la investigadora se mete en un mundo completamente desconocido para ella. Para la escritora este libro es como su hijo, habla de él con el mismo cariño que una madre. El proceso creativo le ha resultado largo y trabajoso, pero asegura que seguirá escribiendo porque para ella esta actividad es necesaria para explorar su mundo interior.