Perfilar contra la destemplada realidad

Desde los 11 años, la ilustración es su debilidad. "Me pasaba todo el día dibujando". Gen 13 y Travis Charest llegaron a sus manos mientras que los otros niños se divertían con los coletazos de Bruguera. La asociación jiennense Viñeta 6 le dio a conocer nuevos cómics y artistas, "como Milo Manara, uno de los que más me gusta por la línea limpia y precisa que tiene". Más tarde, Madrid, Barcelona y Sevilla fueron las ciudades por las que pasó para su formación en las Bellas Artes. Desde la acuarela hasta el lápiz, sus pinturas se decantan por el cuerpo femenino y la sátira. "Veo que hay niños sin aficiones, que sólo están pendientes de la basura que echan en la televisión". Y eso se muestra en sus dibujos. Rostros e historias que devienen al esperpento. Sus últimos trabajos se enmarcan en las "gorditas", mujeres en pose erótica y cargadas de fetichismo. "Existe mucha presión por parte de los medios de comunicación hacia un prototipo de mujer delgada", una concepción que no le gusta. "Fue muy bien acogida en una exposición de Londres, sin embargo, en Estados Unidos la han censurado". Su primer trabajo monográfico, Medusas y Ballenas (Bizancio Ediciones) está ilustrado completamente con bolígrafo BIC. Una historia de una joven llena de recuerdos que se deleita por el goce del cuerpo y los sentidos. "Intenté transformar la realidad y pude reunir todo lo que me gusta: zapatos, fetichismo, fantasía y paisajes". Un compendio cargado de filosofía y sutilezas para no caer en la indiferencia.