Salir al teatro: Peeping Tom reflexiona sobre el paso del tiempo
La compañía belga presenta mañana en Sevilla 'Vader' su último espectáculo.
Aunque esté encabezado por un francés y una argentina, los integrantes del colectivo Peeping Tom producen, trabajan y viven en Bruselas, lo que imprime carácter a cada uno de sus espectáculos. Teatro bailado, danza teatralizada... Un estilo difícil de definir pero asociado al éxito en cada una de las giras que protagonizan. Ahora, regresan a Sevilla con un montaje para el que han contado con la colaboración del Gobierno de Flandes y en el que participa un grupo de séniors andaluces.
Después de su trilogía sobre la familia (Le jardin, Le salon y Le sous sol) y sus exitosos 32 Rue Vanderbranden y A louer, los belgas presentan en el Teatro Central -donde ya han actuado en diversas ocasiones- el último de sus espectáculos. Vader (padre en flamenco) es una coreografía para siete intérpretes (los acompaña el grupo de mayores) creada por Ranck Chartier y Gabriela Carrizo, que cuenta también con la colaboración de Eurudike de Beul.
Vader habla de un anciano recluido en un extraño asilo en el que la rutina diaria sólo se rompe gracias a la irrupción de sueños olvidados, de deseos insatisfechos y también de nostalgias y pesares. La pieza refleja el drama universal del tiempo que pasa irremediablemente, que es pasado. Un drama que Peeping Tom afronta con su habitual poesía e invención y utilizando diferentes lenguajes: imagen, cuerpo y palabras.
El espectáculo se representa en la Sala A del Central este fin de semana en dos únicas funciones mañana y el sábado a las 21:00. Las entradas tienen un precio de 20 euros.
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