30 años de trabajo para los mejores orfebres

Artesano Este artesano trabaja en su taller desde hace 30 años, donde ha dado forma con sus manos , un torno y unos pinceles, a los adornos que acompañan a procesiones de Semana Santa por toda España, creando varales, candelabros de cola, columnas de carretas, jarras e incensarios que lucen en los pasos.

30 años de trabajo para los mejores orfebres
Alejandra Luna Lloréns

22 de febrero 2011 - 01:00

La experiencia de Joaquín Ferreira, conocido como Quino, en el mundo de la Semana Santa se remonta a 1966, cuando tenía 17 años y su cuñado tenía un taller en el que entallaba piezas para los orfebres. Fue entonces cuando le enseñó todas las técnicas para desempeñar esta labor y poco a poco fue convirtiéndose en lo que es hoy, uno de los pocos artesanos que quedan en Sevilla y que mantiene un oficio "que no dejará de existir siempre que haya Semana Santa". Le quedan tres años para jubilarse y está pendiente de que llegue un aprendiz para que el taller no se quede vacío, sin nadie que siga el oficio, ya que sus hijos han decidido no continuar la senda del padre. "Están haciendo un módulo de arte de fundición a la cera. Es un trabajo muy duro que antes se hacía de forma habitual pero que los jóvenes de esta época no están dispuestos a aceptar", lamenta Joaquín. Todos los elementos que componen el taller son artesanos. Los moldes con los que hace las piezas son trozos de madera a los que él mismo les ha dado forma y sobre los que coloca las placas de alpaca con las que a través de un torno y unos colmillos crea piezas únicas de todo tipo. A Joaquín sobre el torno no se le resiste nada. Las hermandades y los orfebres de España le reclaman durante todo el año piezas como varales, faroles, ciriales, incensarios, candelarias y cascos de romanos para luego entallarlos y lucirlos en muchos de los pasos que procesionan por las calles durante la Semana Santa.

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