Una carrera empresarial sin retorno

De casta le viene al galgo. Es el refrán que mejor define la tradición empresarial que existe en la familia de este sevillano de adopción. Nacido en Zamora, en un pueblecito cerca del Lago de Sanabria, Miguel Arias supo desde temprana edad lo que era tener una responsabilidad dentro de un negocio. Con 16 años, era encargado de una tienda de la cadena de supermercados Cobreros. Desde entonces, su carrera no hizo otra cosa que progresar. Pasó por distintos puestos como director de supermercados, jefe de compras y gerente comercial a nivel de Andalucía, entre otros. Estudió un máster en Dirección de Empresas en el Instituto San Telmo. A finales de 2004, Arias da el salto al sector de la vivienda y decide montar una inmobiliaria. "Cogí el último tren del boom inmobiliario. No veía normal el panorama y por eso fui muy cauto cuando empecé en esto". Ese cuidado es el que le ha servido para que su organización se mantenga activa a pesar de la crisis económica. "Cuando empezamos nuestra andadura había 12 inmobiliarias en Sevilla Este y llegamos a quedar sólo dos". Inmobiliaria Sevilla tiene 8 trabajadores que "sienten como propio el negocio y lo defienden como tal". Arias confiesa que ha sido fundamental, para ese mantenimiento, la austeridad que le habían inculcado en el sector alimentario. El empresario espera que dentro de dos años los precios de los pisos se alteren, pero nunca serán "desorbitados como antes".