La huella de Santa Teresa

Una exposición para descubrir y deleitarse con obras de arte y objetos de un valor excepcional. El Círculo Mercantil acoge desde hoy la muestra Una mujer de Dios: Santa Teresa y Sevilla, organizada por la Orden Carmelita con motivo del V centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús. Dividida en cinco partes: la Santa Andariega, Santa Teresa: Escritora, Las devociones de Teresa, la Santa del Barroco y la Santa de las Reliquias, en las dos salas y el patio principal del Círculo Mercantil se exponen un gran número de piezas, que han salido por primera vez de sus conventos de clausura, para mostrar a los visitantes la huella de Santa Teresa en Sevilla, así como algunos escritos de gran relevancia, entre ellos una carta de la propia religiosa.

Entre las portentosas imágenes que se pueden encontrar en la exposición destaca la que preside el altar que se ha instalado en el patio central, una representación del éxtasis de Santa Teresa, como explica el comisario de la muestra, el padre Juan Dobado, del convento sevillano del Santo Ángel: "Esta imagen, del siglo XVII, es la primera vez que se expone. Es propiedad de la orden y procede del desaparecido convento de las Carmelitas de Écija. Tiene un ajuar espléndido que creemos que se puede fechar en torno al año 1800".

La sala primera está dedicada a la faceta de Santa Teresa como escritora, a sus devociones y las fundaciones. Se presentan obras inéditas de la Santa vinculadas a tres grandes escultores. Una de ellas, procedente del convento del convento de Sanlúcar y que el padre Dobado atribuye con fundamento a Duque Cornejo. También se puede admirar otra imagen de la Santa de la parroquia de San Vicente que ha sido restaurada para la ocasión de manera magistral por Carmen Bahima Díaz. Una de las joyas de esta sala es una carta autógrafa que se conserva en el Santo Ángel. Entre las devociones de Santa Teresa se encuentran imágenes del Niño Jesús, un San José realizado por Juan Alberto Pérez Rojas para una colección particular, o fantástica Virgen del Carmen de Cristóbal Ramos del oratorio privado del Santo Ángel, entre otras piezas. Un Ecce Homo de Romero Zafra, con destino a Valladolid y que se presenta en Sevilla, junto a la Santa Teresa de la parroquia de Santa Ana, vinculada Gijón, completan escultóricamente esta sala. En las vitrinas se pueden ver ediciones de las obras de Santa Teresa, entre ellas, la primera en facsímil de Las Moradas realizada en Sevilla en 1882.

La segunda sala se centra en el Éxtasis de Santa Teresa con piezas también muy interesantes procedentes de conventos o del propio Arzobispado. Destaca una que Dobado atribuye a Salzillo, procedente de Arahal. "Sería el primer Salzillo de la Diócesis". En esta sala se ha hecho una recreación de la celda de Santa Teresa con piezas de época y una talla procedente de Sanlúcar la Mayor. Una colección de relicarios completa esta estancia, destacando uno de Santa María de Carmona que conserva la sangre de la Santa.

La exposición, muy didáctica, ha contado con la colaboración de las hermandades de Montserrat, la Quinta Angustia, la Estrella y la archicofradía del Carmen, que también han cedido piezas.