La Guardia Civil y la Policía Nacional han desarticulado en Cádiz una red criminal dedicada al transporte y distribución de cocaína y polen de hachís. Los detenidos integraban un entramado en el que se abastecían unos a otros de droga que distribuían por Madrid y Galicia.

Uno de sus miembros, que tenía aterrorizados a los propios compradores de la droga, está actualmente en prisión tras ser detenido por la Guardia Civil en la operación Tobera, que puso al descubierto el secuestro y asesinato de un vecino de la barriada rural de Cuartillos, en Jerez, como represalia por la desaparición de dos fardos de hachís. El cadáver fue encontrado en una cuneta de la Jerez-Los Barrios, a la altura de Medina.

La Guardia Civil ya había desarrollado una operación antidroga en la Sierra gaditana que había acabado con una decena de detenidos, entre ellos Michu, la ex novia del hijo de José Ortega Cano y Rocío Jurado, y que, presuntamente, hacía funciones de mula para la banda, llevando a Madrid hachís y regresando con dosis de cocaína. La misma función realizaba uno de los hijos de Carlos Carretero, también detenido en la operación Zorrito (porque uno de los cabecillas es conocido como El Zorro), así como un empresario de la Sierra de Cádiz.

Los agentes iniciaron sus investigaciones tras tener conocimiento de la existencia de una red de narcotraficantes que abastecía de cocaína los puntos de venta de drogas en la zona de la Sierra de Cádiz y la comarca de Jerez. Tras las primeras investigaciones realizadas se puso de manifiesto que se estarían financiado a través del transporte de hachís de muy alta calidad hasta zonas tan distantes como Galicia y Madrid.

Los agentes descubrieron que una serie de personas dirigían y utilizaban a jóvenes de la Sierra de Cádiz con cierto grado de organización para llevar a cabo los envíos de la droga al centro y norte de España.