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Andalucía

El fiscal pide más de 4 años de cárcel para la mujer de Jesulín

  • María José Campanario y su madre están acusadas de estafa y cooperación en falsedad · La operación Karlos desmanteló una trama de pensiones fraudulentas

El fiscal solicita penas de cuatro años y seis meses de prisión para María José Campanario -esposa del torero Jesulín de Ubrique- y su madre, Remedios Torres por un delito de estafa y por colaboración en otro de falsedad. Las dos están procesadas en la llamada operación Karlos, que desbarató en la provincia de Cádiz un plan para la obtención fraudulenta de pensiones por incapacidad laboral o invalidez del Instituto Nacional de la Seguridad Social destinadas a personas que pagaban por ello diferentes cantidades de dinero.

El Ministerio Fiscal reclama, también, diez años de prisión para el ex jefe de la Policía Local de Ubrique (Cádiz), Carlos Carretero Máñez, y el inspector médico Francisco Casto Pérez, a quienes señala como principales responsables de la trama. Ambos están acusados de estafa, falsedad y cohecho, estuvieron en prisión preventiva y obtuvieron la libertad tras pagar sendas fianzas.

El escrito de calificación provisional del fiscal, enviado ya al Juzgado de Instrucción número 1 de Cádiz, acusa a 24 personas -ocho menos de las que estuvieron imputadas en un principio-, entre ellos a cuatro médicos. La acusación ha retirado los cargos contra la secretaria de Pedro Pacheco, ex alcalde de Jerez de la Frontera, y también contra la madre de la secretaria de Carretero, que suplantó a la madre de María José Campanario en una revisión médica.

El fiscal relata en su escrito que el caso de la suegra de Jesulín de Ubrique comenzó en una cena en Castellón. Allí estaban el acusado José Luis López, amigo de la familia de la esposa del torero, María José y su madre. Y allí surgió el acuerdo para que López las pusiera en contacto con Carlos Carretero. ¿El objetivo? Según el fiscal, que Carretero le consiguiese a Remedios una pensión por incapacidad laboral. Y ello pese a que la mujer no reunía requisito alguno para merecerla, ya que ni siquiera trabajaba y ya tenía reconocida una minusvalía sin derecho a percibir pensión.

María José y su madre hablaron con Carretero, quien exigió la entrega de 18.000 euros, explica el fiscal. Se los entregó la esposa del torero, asegura el escrito de acusación, y empezaron así los trámites.

Para dar apariencia de legalidad, sostiene el fiscal, Carretero dio de alta a Remedios, el 2 de febrero y el 23 de mayo de 2005, en dos empresas controladas por él: Grupo Financiero Inmobiliario Jerezano Comunidad de Bienes y Área Inmobiliaria Jerezana. Ella dio su consentimiento y no desempeñó trabajo alguno, asegura el fiscal.

Más adelante, el 3 de noviembre de 2005, el acusado Luis Carretero Cala, médico del hospital Santa María del Puerto, confeccionó, sin reconocer a Remedios (quien nunca estuvo en hospitales de la provincia de Cádiz, asegura el fiscal) un informe simulando que la había atendido por una torcedura de tobillo. Posteriormente, otros por esguince cervical en los que consignó como médico que la atendía, sin ser cierto, el nombre de otro médico.

Para el que caso pudiese pasar a Casto, en el expediente de Remedios le fijaron como domicilio una vivienda ubicada en Cádiz perteneciente al padre de Carretero, también acusado. Más adelante, otro acusado, Salvador Macías, colaborador de Carretero, recogió en el domicilio de María José Campanario la solicitud y el DNI de Remedios y se los hizo llegar a Casto, quien el 15 de diciembre de 2005 confeccionó un informe propuesta de alta por incapacidad derivada de cervicobraquialgia por hernia discal C5-C6 sabiendo que no se correspondía con la realidad.

Cuando el expediente pasó a la delegación provincial del INSS, Remedios fue citada para ser reconocida. El fiscal señala que Remedios acudió previamente al despacho de Casto, quien la instruyó sobre lo que tenía que decir para obtener un informe favorable. Al explorarla, la médico decidió que había que practicar una prueba de electromiograma para comprobar la afección renal. A esa prueba, relata el fiscal, acudió otra persona haciéndose pasar por Remedios: la madre de la secretaria de Carretero. La mujer sufría afecciones parecidas a las alegadas para Remedios y no consta que supiese del engaño.

Finalmente, al ser descubierta la trama con la operación Karlos, el INSS denegó a Remedios el reconocimiento de la incapacidad.

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