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Andalucía

Del Valle será juzgado por delito sexual y asesinato

  • La juez del caso Mari Luz imputa los cargos al presunto autor de la muerte de la niña

Ya hay imputación formal por el crimen de la pequeña Mari Luz Cortés, cuyo cadáver fue encontrado flotando en aguas de la ría de Huelva el 7 de marzo de 2008, a los 54 días de su desaparición. El Juzgado de Instrucción número 1 de Huelva, encargado de la investigación, ha dictado auto de procesamiento contra las tres personas presuntamente implicadas en el crimen: Santiago y Rosa Del Valle y la esposa del pederasta, Isabel García, hasta ahora en libertad por esta causa.

Según ha podido confirmar este diario, la instructora, María José Fernández Maqueda, acusa a Del Valle de asesinato e incluye además en la imputación un delito contra la libertad sexual de la niña. A su hermana Rosa, le acusa también de asesinato, mientras que a Isabel García, la única que logró evadir la cárcel a pesar de haber sido también detenida por el crimen, le imputa un delito de encubrimiento.

Los forenses que practicaron la autopsia al cuerpo de Mari Luz -de un lado, los expertos del Instituto de Medicina Legal de Huelva (IML), y de otro, el catedrático Luis Frontela- presentaron informes encontrados sobre la circunstancias y el momento del fallecimiento de la niña.

En cuanto a las lesiones que presentaba el cuerpo de la pequeña, los forenses del IML detallaban en su informe una localizada en la cabeza, bajo los parietales y con un descabalgamiento del hueso de alrededor de un centímetro, una lesión subcutánea en la muñeca derecha, un cambio de coloración compatible con una equimosis en el hemitórax izquierdo y, en el plano anterior de la rodilla izquierda, los forenses detallaban que se había producido el desgarro de la ropa, bajo el que encontraron una bolsa hemática de alrededor de un centímetro de diámetro.

Las discrepancias entre el catedrático y los forenses del IML se producían también en relación a las lesiones que presentaba el cuerpo sin vida de la niña. Frontela advirtió lesiones en ambas muñecas (el IML sólo en la derecha) que, según su tesis, indican que la niña fue sujetada, posiblemente atada cuando aún estaba viva y opuso resistencia o defensa.

En el adelanto de sus conclusiones, el catedrático en Medicina Legal señalaba además que había detectado al menos dos golpes en la cabeza, independientemente de los hallados por los médicos forenses, y una lesión en uno de los muslos de la niña por intento de separación, a juicio del forense.

En cuanto a las circunstancias en la que se produjo el fallecimiento, el IML concluyó que la muerte de Mari Luz fue debida a una asfixia por sumersión, posiblemente en aguas de las marismas. Sin embargo, ésta no es la única hipótesis que dejaba abierta. El mismo informe analizaba las posibles causas de la muerte y cerraba la puerta a la asfixia mecánica, por ahorcadura o estrangulación, y afirmaba que no hay datos de una aspiración de material en las vías respiratorias de la niña. "No es posible confirmar ni rechazar un posible fallecimiento debido a asfixia por sofocación y tampoco puede descartarse un posible fallecimiento por asfixia por confinamiento", indicaba el informe forense.

Frente a estas afirmaciones, Frontela (a cuyo trabajo forense renunció la familia Cortés) concluía en su informe preliminar que "Mari Luz era ya cadáver cuando fue depositada en el agua".

Las últimas pruebas científicas incorporadas al expediente fueron cabellos encontrados sobre la ropa que llevaba puesta Mari Luz el día que desapareció (13 de enero de 2008), la misma ropa casi intacta con la que fue encontrada, así como otros localizados en el coche Hyunday Accent de Rosa del Valle (incluido el maletero), en uno de los carritos de la compra que le fue intervenido al pederasta, y otros pelos recogidos de la cazadora de Santiago del Valle y de unos guantes que se encontraban en uno de los carros de la compra.

A los tres supuestos implicados en el crimen de Mari Luz se les tomaron muestras que se cotejaron con la de los cabellos (algunos de ellos sin raíz) a través de un análisis de ADN mitocondrial. El informe científico concluía que ninguno de los halotipos de las muestras recogidas de la ropa de la niña coincide ni con el principal sospechoso ni con las otras dos imputadas. Igualmente, ninguna de las muestras recogidas en el vehículo de la hermana del pederasta, como tampoco las de los carritos y las muestras de la cazadora de Santiago del Valle coinciden con las de Mari Luz Cortés.

En todas estas pruebas, sólo hay una excepción: uno de los pelos recogido de la vestimenta de la pequeña coincide con el halotipo evidenciado en la muestra de un pelo recogido del maletero del coche, que no correspondía a ninguno de los tres imputados. El sumario se cerraba sin ninguna prueba científica contra los hermanos Del Valle y la mujer del pederasta.

Después de tres declaraciones, Santiago del Valle, manifestó que esperó a la pequeña en el interior de su casa y le arrojó un muñeco de peluche para llamar su atención. Desde la misma puerta, le hizo un gesto con la mano para que subiera, pero la pequeña (siempre según su relato) se asustó y se giró para dar la vuelta, momento en el que, según Del Valle, tropezó, se cayó y quedó inconsciente. El pederasta relató que subió a la casa para coger un carrito de compra, en el que metió y tapó a Mari Luz para sacarla del domicilio y que se deshizo del cuerpo arrojándolo a una alcantarilla.

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