La cuerda que mantenía a Manuel Marmolejo como concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Málaga se rompió ayer. La pérdida de confianza mostrada el pasado lunes por el alcalde, Francisco de la Torre, y el anuncio del presidente del PP andaluz, Javier Arenas, de que se adoptarían decisiones si se comprobaba que se había cometido alguna ilegalidad han acabado por dilapidar cualquier esperanza que pudiera tener Marmolejo de mantenerse al frente de sus responsabilidades en el equipo del gobierno municipal. El responsable del área de Polígonos Industriales admitió la semana pasada que había firmado hasta 18 adjudicaciones a una empresa de su cuñado.

El concejal dimisionario aseguró ayer que la determinación de renunciar a su acta es a título personal, sin que haya mediado petición del alcalde ni del partido, extremo que confirmó Elías Bendodo, presidente del PP malagueño.

La salida adoptada contrasta, no obstante, con la convicción que desde la noche del pasado jueves, día en que informó al Pleno de su comportamiento en los últimos años, venía manteniendo, hasta el punto de asegurar que no contemplaba presentar su dimisión como responsable del distrito Bailén-Miraflores y del área de Polígonos Industriales. "Aunque sólo sea un error de procedimiento administrativo, me he equivocado en un asunto de la gestión pública y por lo tanto asumo esta responsabilidad política y sólo política y por coherencia comparezco para presentar mi renuncia", dijo Marmolejo. La "renuncia es sólo mía, porque el acta de concejal es personal y mantenerla o dejarla no depende de nadie más que de mí, ni del alcalde ni de nadie de mi partido", leyó el edil, cuyo cese se formalizará hoy y que será sustituido por Cristina Rico, farmacéutica de profesión y que integraba la lista en 2007 en el puesto 20.

Marmolejo destacó "sentir todo el apoyo" de su partido, extremo ratificado por Bendodo, quien salió en su defensa y confirmó que continuará trabajando -lo llamó "mano derecha"- como vicesecretario general de Acción Electoral y Formación. "Cierra una puerta y abre otra, porque es una de las piezas fundamentales del PP de Málaga", comentó Bendodo, quien calificó al edil como "un servidor público vocacional, honrado", que ha de abandonar su puesto "por menos de lo que implica a Manuel Chaves con su hija" o de las subvenciones dadas por la delegada provincial de Bienestar Social a una organización vinculada a su marido. "Esa es la diferencia entre unos y otros. Nosotros damos el paso al frente, otros se esconden detrás de los sillones y las institucuiones en las que llevan toda la vida", apostilló el presidente del PP de Málaga.

En relación a las irregularidades cometidas, el dirigente popular se limitió a hablar de un "error" que, con la renuncia de Marmolejo, "queda zanjado". "Hablé con el alcalde y la postura es de respaldo a Marmolejo y la decisión que toma es personalísima", aseguró. Bendodo remarcó que en ningún caso ha existido ninguna presión por parte de la dirección regional. "Arenas no nos ha llamado para tomar ninguna decisión", comentó y confirmó que, a pesar de lo señalado por el presidente regional, si Marmolejo no hubiese dado este paso al frente, la formación no habría adoptado una determinación de este tipo.

La comparecencia pública de Marmolejo estuvo cargada de emociones, no sólo del principal afectado, sino también de un buen número de compañeros de partido y de la Corporación municipal. A su lado, además del presidente del PP, estuvo la portavoz del equipo de gobierno, Carolina España, a la que se vio afectada.

Desde los grupos de la oposición, PSOE e IU, no consideran que la polémica de estas adjudicaciones se acabe con la renuncia de Marmolejo. Ambas formaciones miraron más arriba y responsabilizaron de lo sucedido al alcalde, Francisco de la Torre.