Sevilla, como en los programa de la prensa rosa, se ha convertido en foco (o zoco) de todos los rumores habidos y por haber en relación al baloncesto. Los nuevos dueños, Jefferson Capital Funding, están mudos a expensas de la última palabra del Consejo Superior de Deportes sobre la compra del club a Caixabank. La entidad financiera, siempre pendiente de que no dar publicidad a las negociaciones, no está saliendo bien parada de este silencio administrativo, que tampoco es tal, pues tanto Leo Chaves como Juan Llaneza, director general y deportivo, respectivamente, cogerán la puerta a partir del 30 de junio, aunque con el segundo hay que llegar a un acuerdo para rescindir el año que le queda.

José Luis Galilea, responsable de Jefferson en España, estuvo la semana pasada en el club, aunque ayer se ausentó y andaba por Cataluña -viendo el entrenamiento de la selección sub 20 donde se encuentra Willy Hernangómez-. En las oficinas nadie sabe nada -si acaso el presidente silente, Fernando Moral-; en el cuerpo técnico nadie sabe nada -ni Aíto ni Ocampo ni Carrasco-. En cambio, fuera, todo se sabe o se cree saber. Llevan dando por hecho desde hace semanas el aterrizaje de Sergio Hernández, seleccionador argentino, al banquillo hispalense y lo que parecía un chascarrillo va cobrando forma; no en vano, el propio técnico que dirigirá a la albiceleste en el Mundial -¡en Sevilla, cómo no!- admitió en una entrevista a una emisora de su país que cuenta con una propuesta del Cajasol para hacerse cargo del equipo en cuanto el CSD otorgue el permiso necesario para dar por buena la operación de compraventa. Hernández vivió una corta experiencia como preparador en España, cuando llevó las riendas del Alerta Cantabria en la LEB.

También desde Argentina informó ayer el periodista Pablo Tosal de que Campazzo, base internacional que también jugará en San Pablo desde el 30 de agosto, recibió una oferta hispalense el pasado viernes, aunque en teoría aún no podría hacerse, y decidirá durante el próximo mes su destino.

Más. Galilea y Txemi Urtasun tienen una honda amistad desde hace bastantes años. Ambos coincidieron en la campaña 04-05 en el CAI Zaragoza y, de hecho, estuvieron almorzando juntos hace unos días en la Buhaira. Quizás el escolta navarro tenga opciones de volver a San Pablo o tal vez fuera sólo un encuentro informal para que Galilea vaya conociendo algunas cuestiones relacionadas con el club hispalense, aunque extrañe que sea a través de un ex jugador. Hablando de antiguos baloncestistas, existe también el rumor de que Álvaro Tor, que compitió en Murcia con Galilea en la temporada 02-03 -junto a Rafa Monclova, hoy entrenador del filial cajista-, puede cobrar protagonismo en el club sevillano, dada su amistad con el nuevo hombre fuerte de la entidad y su vinculación con Claudio Villanueva, representante argentino que lleva los asuntos de Mata, Hernández y Campazzo.

Más historias. En Cataluña apuntan a la intermediación con Caixabank del ex jugador Ferran Martínez, también vinculado a Galilea por su pasado azulgrana y que desde hace años se dedica a gestionar y asesorar económicamente a deportistas de élite a través del Banco Sabadell. Quien fuera pívot del Joventut y del Barcelona no acabó muy bien su relación con Aíto García Reneses...

Asimismo, hay indicios que apuntan a que pueden desembarcar en Sevilla algunos colaboradores de la empresa de Galilea, Sportquarters, organizadora de eventos deportivos. El más conocido es Audie Norris, una leyenda del barcelonismo en su etapa de jugador. Otros trabajadores con menos pompa que Norris -expertos en marketing y en comunicación- también pueden recalar en San Pablo próximamente.

Si Caixabank pretendía no hacer un ruido, Sevilla se ha convertido en un hervidero de rumores...