El Cajasol se pegó un buen homenaje, un atracón ofensivo, en Centroeuropa, allí donde deparó el sorteo de la segunda competición del baloncesto continental. En un CEZ Arena de Pardubice más desangelado de lo que se prevía y ante un Nymburk que imponía respeto por su espléndido inicio en la Liga Adriática y su gran rendimiento, cuartofinalista, en la pasada edición de la Eurocup, el conjunto sevillano se estrenó a lo grande. Europa sí que importa, no como hace dos años, cuando fue eliminado de este torneo en la fase previa y después tuvo un papel lastimoso en la Eurochallenge.

Con un solo partido no hay que lanzar ninguna campana al vuelo, faltaría más, pero el Cajasol se despojó de los complejos en la República Checa, minimizó algo los cuatro tropiezos consecutivos en la ACB y, de paso, descubrió a un serio Satoransky como responsable de las operaciones. El base volvió a casa y cuajó un muy buen partido, teniendo en cuenta que era el primer compromiso sin el lesionado Calloway.

En la primera parte presentó sus credenciales el Nymburk, con el gigante Chan, el mejor de los locales, y el base Nissim torpedeando el aro cajista. Suelen jugar rápido los checos, buscan el triple con asiduidad y por dentro su faro es Chan, un martirio para los interiores cajistas. Los centroeuropeos se escaparon pronto (15-7, m. 6) y llegó el pertinente tiempo muerto. Fue en el arranque del segundo cuarto cuando Kirksay, Katelynas y Davis voltearon la situación (28-33, m. 16), pero el Nymburk se recuperó y Nissim, con un triple, le dio ventaja en el intermedio: 38-36.

El tercer fascículo del choque se desarrolló por los mismos derroteros, con equilibrio, aunque el conjunto de Ginzburg se movía con pequeñas ventajas... hasta que mediado el cuarto Txemi Urtasun dio un golpetazo sobre la mesa, con 11 puntos casi consecutivos hasta el final del acto para dejar a los cajistas seis arriba antes de encarar el tramo decisivo.

Pese al triple inicial de Simmons, la inercia ya iba a favor de los hispalenses, que se marcaron un último parcial inconmensurable en la parcela ofensiva (35 puntos). De nuevo Urtasun, con un dos más uno además de un triple, mermó las ansias checas (61-68, m. 33), apuntándose a la fiesta Bullock, quien ayer sí vio aro y anotó cinco triples, y Paul Davis, que suma y suma bajo el aro o desde el tiro libre. Los tres apuntillaron con 17 puntos per cápita al Nymburk para dar la primera alegría en Europa. Salió el sol de Sevilla en la República Checa.