Hombre de palabra, Tomas Satoransky cumplió con lo prometido concediendo esta entrevista tras estampar su firma como jugador del Barcelona. Con la voz trémula por la nerviosera a cuenta de su futuro, el checo aterrizará hoy en El Prat para cumplir con el último requisito que lo convertirá en azulgrana por dos temporadas: las pruebas médicas. Después, acude a la concentración de la selección checa: "Aún no he ido porque no quería tener entrenamientos de contacto hasta que no estuviera todo hecho".

Aunque todavía se encuentre impresionado por el estrés de estos días, el base de 22 años admite que "por supuesto estoy muy contento porque todo ha salido bien. He estado muy nervioso porque es otra etapa de mi carrera, un paso muy importante al ser una transición grande pasar a uno de los mejores equipos del continente y jugar la Euroliga".

Sobre la mesa de su agente ha habido propuestas, pero tenía claro su destino... "Había algunas y por eso he estado nervioso también. Después de mi progresión en el Cajasol estos dos últimos años, con buenos números, sabía que habría clubes interesados, pero yo sólo me fijaba en los de Euroliga; cuando me enteré de que me quería el Barcelona, sabía cuál era la prioridad. Y allí jugaré los dos próximos años", apunta.

Habla de Sevilla con un cariño evidente. Es su casa y el CB Sevilla, su club, donde se ha hecho mayor tras cinco campañas inolvidables: "Vine como un niño que tenía que trabajar mucho, con una gran responsabilidad no sólo por el baloncesto, sino en la vida al no estar mi familia. Aquello me ayudó muchísimo, aunque elegí bien, un sitio como Sevilla, donde la gente es tan agradable y donde casi nunca me sentí fuera de casa. Siempre me han ayudado, la gente del club me ha cuidado y en general todos los sevillanos. Estoy agradecido".

El tono denota cierta pena por abandonar la ciudad, aunque no haya derramado lágrimas en estas semanas recientes: "No, no he llorado. Ni lo voy a hacer porque veré Sevilla en el futuro, quiero volver siempre. No podría vivir sin ir. No es mi adiós para toda la vida, aunque un poco nos hemos emocionado mi novia, Ana, y yo porque ella ha vivido los últimos años conmigo. somos jóvenes, tenemos muchos planes y tampoco lloramos por estas cosas. Ella está casi más contenta porque en Barcelona hay vuelo directo a Praga", suelta mientras ríe.

A Satoransky sí le ha impresionado las muestras de cariño de los aficionados: "Muchos se dirigieron a mí a través de las redes sociales para felicitarme. Estoy muy sorprendido de que hayan sido tantos los que me agradecen los años que he pasado en Sevilla. Por eso escribí una carta de despedida, valoro mucho su cariño". Días, situaciones, un partido... ¿Con qué se queda Satoransky? "Hay muchos que recuerdo y no sólo el del triple en el último segundo de Bilbao, sino un montón que ganamos en San Pablo, también uno especial que le ganamos al Unicaja, la Eurocup de Treviso, este último play off contra el Valencia... Hay muchos momentos que no voy a olvidar. Todos son agradables".

No ha entablado ninguna conversación con José Luis Galilea -a esa labor se dedicó su apoderado-, pero defiende el proyecto de chavales que tan buen resultado dio el curso pasado. "No sé qué harán los nuevos propietarios. Supongo que querrán seguir en esa línea con la gente joven; es un proyecto de futuro bonito y bueno. Hay gente con mucho talento e interesante en la cantera. ¿Porzingis? Es importante para el club que Kris siga allí porque es un jugador sobre el que se puede crear un equipo alrededor, puede ser la referencia ya".

Tiene en mente en estos momentos de adiós a Ocampo, mucho más que un técnico que estuvo erre que erre con él desde pipiolo. "Me va a extrañar bastante estar sin Diego en los entrenamientos. Era automático, siempre estaba allí y cada vez que yo tenía un problema, me ayudaba. Así es la vida. Tomamos caminos diferentes y lo felicito por fichar en Murcia. Seguro que lo hará muy bien". A muchos de sus compañeros tampoco los olvida: "Voy a echar mucho de menos a Porzingis, a Sastre, también a Willy, aunque él seguro que no esperaba que lo nombrara, es un tío con muy buen corazón, aunque a veces tenga ganas de matarlo... Ah, y a Guille Corrales, el único sevillano, quien me ha enseñado muchas cosas, las tradiciones y cómo los sevillanos ven las cosas".

Habituado a aprender, trabajar y no quejarse, irá al Barça con humildad y motivado: "Tengo mucho que mejorar; será importante crecer en la dirección del equipo porque será la primera vez que juego en un sitio de tanto nivel. Mis compañeros son estrellas y debo ser más líder, aunque ya lo he demostrado, pero con gente joven y así es más fácil. También he tenido en cuenta la presión y eso ha pesado en mi decisión, ir a un club donde la responsabilidad es constante ganes o pierdas. Estoy preparado para asumirla porque soy competitivo, un tío de retos. A Marcelinho lo respeto mucho".

La NBA puede esperar y ayer admitió que la decisión de continuar en Europa es completamente suya: "Hablé con Ernie Grunfeld -presidente de los Wizards- porque quería que fuera a jugar allí la próxima temporada y le expliqué mis motivos de por qué prefería seguir aquí. Reconozco que fue una decisión difícil y no me arrepiento. Está bien decidido. No quería saltar a un mundo para el que aún no estoy preparado para competir. O quizás sí, pero siempre hago las cosas que me dice mi corazón y me apetecía más quedarme en Europa y jugar la Euroliga".