El Wolfsburgo colocó una amplia nómina de jugadores para abaratar el traspaso de Beñat, aunque la dirección deportiva bética se centró en los centrocampistas y defensas que no entran en los planes de Felix Magath. Ahí es donde surgió el nombre del checo Petr Jiracek, quien, pese a haberse incorporado al club alemán este mismo verano -fue fichado por cuatro millones de euros antes de que destacase en la Eurocopa-, no está entrando en los planes del entrenador alemán. Además, el club teutón ofreció los nombres de los defensas Marco Russ y Simon Kjaer, siendo éste último el de mayor interés para el cuadro verdiblanco. El problema radica en los altos emolumentos que el defensa danés tiene firmado, después de la fuerte inversión que se realizó en 2010, cuando se le fichó del Palermo por unos 12 millones de euros.