Apenas cinco días lleva entrenándose con cierta normalidad Hedwidges Maduro y aún tiene que profundizar en su preparación física antes de reaparecer. Con todo, Míchel decidió ayer incluirlo entre los expedicionarios a Granada, junto con otros 18 futbolistas. ¿Qué quiere decir esto? ¿Que el holandés ha anticipado todos los plazos previstos o que el entrenador ha querido premiar su gran predisposición para ayudar al equipo? Más bien lo segundo, porque, como reconoció a este periódico el preparador físico José Vallejo, a Maduro aún le quedan "un par de semanitas de su pretemporada particular", después de estar parado por su anomalía cardíaca, que afortunadamente no le impedirá jugar al fútbol.

Sonriente e ilusionado, Maduro se montó en el bus oficial para enfilar la A-92 como uno más, aunque él sabe que aún no tiene la base física ni el ritmo para competir en la Liga. En el hotel de Granada fue recibido por un aficionado con esta pancarta: "Maduro, tu vuelta hace muy feliz al sevillismo". Míchel agradece así el gran trabajo que está realizando el futbolista, quien el martes comenzó la readaptación con balón y el miércoles comenzó a unirse al grupo. Pero Maduro es el decimonoveno convocado y no hay ningún tocado, con lo que seguramente será el descarte cuando el delegado, Juan Martagón, traslade al árbitro Estrada Fernández los 18 elegidos que serán inscritos en el acta. Eso sí, Maduro, al que se quiere ir metiendo en la dinámica del grupo a todos los efectos, podría ya estar disponible para la siguiente salida, el próximo domingo a Vallecas.

No viajaron los dos futbolistas con problemas físicos, Kondogbia, por su distensión en la rodilla izquierda, y Perotti, con una elongación en un gemelo. Otros que ya han dejado atrás dolencias menores, Coke y Campaña, se quedaron en tierra por decisión técnica, al igual que Bernardo.