"Jugará el que creo que está mejor". Así respondió Míchel a la pregunta sobre quién ocuparía la portería ante el Real Madrid, una vez que Diego López había cumplido su partido de sanción, y la respuesta se conoció una hora antes del choque. Andrés Palop fue el elegido y el veterano guardameta respondió como en sus mejores noches. El valenciano, después de un verano duro en el que se agarró a su estatus y a su confianza en sí mismo para pelear por un puesto que parecía destinado al meta gallego, ha tardado muy poco en darle la vuelta a la tortilla. Palop, a sus 38 años, ha vuelto.

El capitán sevillista, que fue felicitado en el centro del campo por Diego López mientras el equipo saludaba a la afición, sabía anoche perfectamente cuál había sido el significado de su logro. Míchel lo confirmó como titular y él se confirmó como el portero del Sevilla, con intervenciones clave ante Cristiano Ronaldo, Higuaín y, sobre todo, aquella a Modric, en la que desvió lo justo su envenenado disparo al palo. Como un niño con zapatos nuevos, Palop no podía dormir tras el revitalizador triunfo sobre el Madrid.

Eran las cuatro de la mañana de ayer y el meta aún no había podido conciliar el sueño. Estaba enfrascado en devolver agradecimientos a aficionados sevillistas y admiradores a través de la red social Twitter. "Dar la gracias a los cientos de mensajes que me habéis mandado. Vuestro apoyo y fuerza es la que me hace llegar a cada balón. Abrazos y gracias", ponía en uno escrito inmediatamente después que este otro: "Amig@s, NO PUEDO DORMIR, se que debemos tener los pies en el suelo, esto acaba de empezar, pero sólo pediría a esta bendita afición que disfrutéis". Ambas frases no pueden ser más ilustrativas sobre el sentimiento que anida en el ánimo de Palop. Míchel eligió como titular en la primera jornada a Diego López, pero su elección quedó cortocircuitada con el penalti de Granada. Luego, habló un redivivo Palop, el portero del Sevilla.