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Caparrós no asusta

  • El balance del utrerano, que vuelve a Nervión, ante su ex equipo es muy pobre. El técnico ha recibido cuatro goleadas en sus visitas al Sánchez-Pizjuán, donde sólo ha ganado una vez hace 7 años con el Dépor.

Pese a que es un entrenador que siempre está en boca del sevillismo, la estadística dice que a Joaquín Caparrós no se le da nada bien enfrentarse al que fuera su club de 2000 a 2004. El técnico que visita dentro de una semana -el próximo lunes- el Ramón Sánchez-Pizjuán al mando del Mallorca acumula un pobre balance en sus enfrentamientos ante el Sevilla y, mucho peores, como visitante. El utrerano sólo ha logrado ganar una vez en Nervión, pero de eso hace ya siete años. Fue con el Deportivo en su primera visita tras su marcha. Como curiosidad, los goleadores (0-2) de aquel partido marcado por el escándalo arbitral que protagonizó Megía Dávila fueron Diego Tristán, tras lanzar varias veces un penalti a instancias del colegiado, y el que hoy es segundo entrenador de Míchel en el Sevilla, Víctor Sánchez del Amo. Aquel encuentro, en el que fueron expulsados Maresca y Daniel Alves, se disputó el 4 de diciembre de 2005.

Han pasado siete años desde aquello y Caparrós no ha vuelto a marcharse triunfador del Sánchez-Pizjuán. De hecho, como entrenador tanto del equipo gallego, como del Athletic y del Mallorca, el Sevilla ha infligido serios correctivos a sus equipos. Sólo un empate, con el Ahtletic en 2010 (0-0) puede apuntarse en el lado positivo del utrerano en Nervión, donde ha recibido sonoras goleadas. La primera fue con el Dépor en 2006, cuando cayó por 4-0 con dos tantos de Kanoute, uno de Luis Fabiano y otro de Daniel. Ya con el Atletic, las dos siguientes visitas del utrerano al Sánchez-Pizjuán se saldaron con dos resultados de idéntico corte, un 4-1 y un 4-0. Ni adelantarse en el minuto 3 por medio de un penalti convertido por Aduriz le valió a Caparrós, que luego vería cómo otra vez Kanoute por dos veces, Keita y Jesús Navas se cebaban con su equipo. Jiménez era ya el entrenador del Sevilla, que a la temporada siguiente volvería a golear al Athletic con otro póquer firmado por Kanoute, Renato, Adriano y Chevantón (4-0).

Después de empatar en 2010 (0-0), Caparrós se volvería a llevar cuatro goles en contra con la última visita liguera de su Athletic, aunque ese encuentro estaría más reñido pese a que el Sevilla de Jiménez ganaba a la media hora de juego por 3-0. Fue una noche especial de Romaric y Luis Fabiano en la que Fernando Llorente, con dos goles en tres minutos, se invitaría a la fiesta. Lo solucionó todo, de penalti, Kanoute, que hacía el 4-2 a diez minutos del final, aunque aún Gabilondo añadiría suspense a la cita con el 4-3 en el último minuto.

Igual de sencilla sería para el Sevilla la primera hora del último partido en que Caparrós visitó el Sánchez-Pizjuán. La temporada pasada, ya con su actual club, el Mallorca, el electrónico del estadio nervionense ya registraba un 3-0 a los 68 minutos de juego, aunque el primer tanto, obra de Negredo, no llegaría hasta la segunda parte. Manu del Moral y Jesús Navas marcarían después, mientras Hemed, la esperanza balear esta campaña, acortaría distancias poniendo el definitivo 3-1.

Los números de Caparrós en el Sánchez-Pizjuán, por tanto, arrojan un balance de una victoria, un empate y cinco derrotas en siete partidos disputados como rival, con 7 goles a favor y 19 en contra. Pero es que en el balance global de enfrentamientos con el Sevilla el técnico tampoco equilibra las cifras en las visitas de los blancos a La Coruña, Bilbao y Palma de Mallorca. En general, de 14 partidos jugados, Caparrós sólo ha ganado tres veces al Sevilla, dos con el Athletic en San Mamés (2-0), más el referido 0-2 con goles de Tristán y Víctor en Nervión. Tres empates y ocho victorias sevillistas completan este balance con un +14 en la diferencia de goles total (13 a favor de los equipos del entrenador hispalense y 27 del Sevilla). Y a estos ocho triunfos ligueros de los blancos habría que sumar otros tres en la Copa del Rey, torneo en el que el técnico sí eliminó una vez en semifinales a los nervionenses con el Athletic, aunque caería también en semifinales con el Deportivo.

Evidentemente, todo esto son meros números y el del lunes 22 será un partido distinto, pero desmitifica de alguna manera aquello de que un entrenador que ha dirigido a un equipo conoce la receta para derrotarlo.

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