Paco Jémez repasa la actualidad de su equipo, que vive una nueva reconstrucción, y califica de inexplicable el descenso del equipo verdiblanco.

-Lleva apenas ocho días de entrenamiento. ¿Cómo ve esta temporada para su Rayo?

-Cada año es más complicado y difícil, sobre todo para equipos pequeños como nosotros. Muchas veces quieres que los clubes crezcan, no sólo económicamente sino deportivamente. Queremos ser más consistentes y luchar por cosas mayores, pero desgraciadamente eso luego no se plasma en la realidad. El aspecto deportivo sigue estando más o menos igual que el año que yo llegué. Tenemos el mismo presupuesto para fichar y la situación es similar. Eso hace que cada año sea más difícil, que las exigencias sean mayores, porque el presupuesto para hacer el equipo es el mismo, aparte de que cada año se nos van más jugadores. Creo que este año han sido unos 16 jugadores, por lo que es casi empezar de cero. Faltan muchos jugadores por llegar, cuando debería ser al contrario.

-¿Qué le espera al equipo?

-Ellos saben que éste no es el camino. Lo comento aquí porque ellos lo saben. Si seguimos así, tarde o temprano nos vamos a ir a Segunda. Así de claro. Milagros, no hay; ni yo tengo una varita mágica para hacer todos los años algo fuera de lo normal. La idea era que ese trabajo que se ha hecho durante estos años, con el club salvando una situación de desaparición hasta llegar a casi no tener deuda, se reflejara en el aspecto deportivo. Pero eso no ocurre.

-Usted pareció cansado al finalizar la temporada. ¿Por qué decidió seguir?

-Una de las cosas es que, cuando se firman los contratos, es para cumplirlos, aunque precisamente los clubes no tienen eso muy en cuenta con los entrenadores. Aparte, no soy una persona que me guste salir por la puerta de atrás. Es verdad que el Rayo, con todas sus cosas, a mí me ha dado mucho. Tengo muchísimo que agradecerle, así que no creía que fuera momento de pagarle con una salida así. Es cierto que yo no lo mediaticé todo al aspecto económico, pero es que miro a otros clubes que tienen muchos más problemas económicos y hacen plantillas más competitivas que nosotros, que es algo que siempre me ha chocado. Aun así, me quiero centrar en cumplir mi último año de contrato, aunque nunca se sabe qué puede pasar.

-Se le nota muy negativo...

-Sí, es que es así, está clarísimo. Esto es como cuando una persona está muy enferma y se va a morir, pero no sabes cuándo. Siguiendo en esta dinámica, no sé si será en tres o cuatro años, pero sonará la campana y se descenderá. Eso sí, nosotros estamos luchando para que llegue cuanto más tarde mejor. Lo normal es que, con nuestro presupuesto, nos hubiéramos ido ya a Segunda División, aunque en esto del fútbol nunca se sabe.

-Su nombre apareció vinculado al Betis. ¿Qué hubo de cierto?

-Siempre hay un momento en el que se acaba la temporada y hay muchos rumores. Los ha habido de todo tipo, como el Barça, el Betis, el Málaga... yo he perdido hasta la cuenta. ¿Cuánto hay de verdad? Pues no lo sé y, además, no me preocupa. Aparte, creo que debo dar ejemplo. Porque si yo soy el primero que digo que todo el mundo esté al cien por cien hasta que se acabe la temporada, yo no puedo estar pensando en otras ofertas. Afortunadamente yo tengo trabajo, por lo que no tengo que estar pendiente de otras cosas. Ya veremos este verano cuando acabe contrato. Eso sí, el Betis hubiera sido el único equipo que dirigiera en Segunda.

-Desde la distancia, ¿cómo vio el batacazo del Betis?

-Inexplicable. Son cosas a las que nadie le encuentra explicación. Todo comienza mal y va a peor. Recuerdo el partido contra nosotros, que creo que fue el claro el ejemplo de que todo salga mal. Y cuando todo sale mal, pues es muy difícil pararlo. Evidentemente, las cosas no se habrán hecho bien, pero el día que entras en un bucle en el que todo sale mal, pues pasa eso. Es que si no, no se explica que un equipo con el potencial que tiene, la plantilla que tiene y la afición que tiene se pueda ir a Segunda División. Y encima hacerlo de la manera que se ha ido, porque si bajas peleando hasta el último momento, pues es diferente. Ni yo ni nadie puede encontrarle explicación al descenso del Betis. Son cosas que pasan en el fútbol y de las que tienes que aprender para que este año no pase nada parecido.

-Adán, Rubén Castro, Jorge Molina...

-Me los llevaba ahora mismo. Les ponía una camiseta del Rayo en el hotel y los dejaba aquí. Aparte porque son jugadores que juegan en posiciones en las que estamos necesitados. El Betis ahora mismo tiene jugadores de Primera División. Jugadores contrastados para jugar en equipos buenos de Primera, de que sea más inexplicable lo del año pasado. También es verdad que supongo que esos jugadores le darán ese plus en esta temporada para dar el salto a Primera y demostrar que son de Primera, aunque la Segunda es muy larga y muy complicada.