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Ideal para subir gente al carro

  • Atrás, Emery probó a su único central zurdo, Kolodziejczak, que aportó rapidez M'Bia sintonizó con Krychowiak y todo confluyó en la presión adelantada de los atacantes

Todo salió como Unai Emery deseó en ese partido que todo entrenador proyecta en su mente el día anterior. Era una ocasión pintiparada para refrescar al equipo -gente como Coke, Nico Pareja, Iborra, Denis Suárez o Aleix Vidal iban a agradecer el descanso a menos de 72 horas de la cita en Córdoba- y también para ir comprobando las prestaciones que pueden dar recién llegados como Kolodziejczak, Deulofeu, Iago Aspas, Banega -por fin titular el manijero argentino- o incluso para ver cómo regresaba M'Bia. Casi todas las anotaciones técnicas y tácticas fueron positivas ante un rival, eso sí, que destapó sus limitaciones y que no quiso pelea.

Defensa

Monchi resaltó en la presentación de Kolodziejczak su condición de zurdo y su velocidad como virtudes que la secretaría técnica valoró para su contratación. También su buen trato de la pelota. Su puesta de largo satisfizo. Fue uno de los factores que ayudó al Sevilla a apretar todo lo más arriba que pudo. El joven francés actuó abierto a la banda e invitó a Fernando Navarro a presionar en el mediocampo rival con cierta asiduidad. Pecó de demasiado ímpetu en alguna jugada, pero las limitaciones ofensivas del Feyenoord -su entrenador incluso reservó a algún atacante titular, como Boetius o Te Vrede, pensando en el partido del domingo ante el Ajax- evitaron males mayores.

En el doble pivote, la entrada de M'Bia por Iborra también ayudó a dar un giro de tuerca más en esa presión adelantada. El camerunés, a su estilo y con su indisimulada anarquía, cubre muchísimo terreno, se multiplica y contagia. No asegura la posición como Iborra, pero aporta otras cosas que ayer vinieron muy bien: su chispa y rabia, junto con el mando de Krychowiak, invitaron a la presión a gente que no se define por ese trabajo sucio, como son Banega o Deulofeu.

Incluso con el 2-0 y la entrada de Denis Suárez por Krychowiak para la última media hora de partido, el Sevilla sostuvo su actitud agresiva en la salida del balón del Feyenoord. Tuvo más rédito en defensa que en ataque. Pero al fin y al cabo, aseguró el control de la situación al bloque de Emery, que gana en solidez partido a partido.

Ataque

A pesar de las numerosas recuperaciones del balón en posiciones adelantadas, al Sevilla le costó finalizar: en la primera parte, al margen del balón parado, cabe reseñar una acción individual de Deulofeu por la derecha. Al extremo catalán le vino muy bien el partido de ayer para empezar a sentirse protagonista: está predestinado a ello, en el Sevilla o en el Barça. Banega va entrando poco a poco en la dinámica del grupo y junta las líneas con su pausa. Todo lo contrario que M'Bia, que lo hace con sus raciales arrancadas.

Virtudes

El proyecto va fraguando: fútbol físico para garantizar la solidez y que la calidad, arriba, resuelva en ataques eléctricos.

Talón de aquiles

Faltó trabazón y continuidad en los ataques, lógico ante tanta gente nueva de golpe.

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