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Dejar escapar la excelencia

  • Con margen de mejora en el manejo de situaciones de partido, el once de Emery no aprovechó los espacios lo deseable Perdió a veces la posesión y hasta la salida de M'Bia no rompió arriba

De las victorias también hay que sacar aspectos negativos; igual que se extraen detalles positivos de las derrotas. El de ayer en Córdoba fue un partido raro en el que lo mejor para el Sevilla fueron el resultado y el impulso y la confianza que le da a los de Emery en la tabla. El Sevilla fue claramente superior al Córdoba, pero esa superioridad debió de servir para, en determinados momentos, mandar de verdad en el partido, un déficit que sigue apareciendo puntualmente en cada encuentro.

Ante un Córdoba que dio muchos espacios en su sistema defensivo y que separó mucho las líneas, al Sevilla le faltó unirse algo más para sentenciar antes, al margen de que el egoísmo de Bacca impidió lograr un marcador más abultado y, por tanto, respirar antes.

Defensa

Para ser un encuentro en el que los ayer de rojo se pusieron por delante en el marcador muy pronto, hubo demasiados correcalles que el centro del campo que formaban Iborra y Krychowiak debió frenar. La línea de zagueros, no obstante, se mantuvo firme y supo mantener alejado el peligro de la portería de Sergio Rico la mayor parte del tiempo, aunque el joven guardameta también tuvo que sacar alguna pelota comprometida. El trabajo defensivo de Aleix Vidal volvió a ser fundamental y contagió compromiso a sus compañeros.

De todas formas, el sistema defensivo pasó por diversas fases que a veces tenían que ver con lo anímico y a veces con la posición de los jugadores. Llega a ser un problema para el equipo que Krychowiak e Iborra reculen tanto (más peligroso aún con el marcador a favor), algo que la salida de M'Bia, y luego la de Banega, alivió en parte. No obstante, hubo relajación con el 0-2 en pelotas que quizá con otro resultado se pelean con más vehemencia. Como protagonizaron el propio camerunés y Carriço en la jugada del 1-2 del Córdoba al no tapar el centro cuando llegaban con claridad a la posición.

Ataque

El Sevilla se encontró con muchos espacios desde el principio en campo ajeno. Con las líneas muy separadas, el Córdoba tuvo problemas para sacar el balón, se metió en jardines que el Sevilla pudo aprovechar, sobre todo por el pundonor de Aleix Vidal, pero a un equipo ambicioso como el de Emery se le pide que haga sangre en cuanto huela la ocasión. Unas veces el individualismo de Bacca y otras veces (en la primera parte) la escasa aparición de Denis Suárez y Vitolo impidieron un final más tranquilo. Por momentos se echó de menos un organizador que dirigiera el plan para tener más el balón en su poder y que jugase con el rival y con el resultado.

En la segunda parte la salida de M'Bia sirvió para dar el paso adelante. Denis Suárez salió también con otro brío y antes del gol del africano volvió a poner en ventaja a Bacca. Con Banega también hubo más manejo de pelota.

Virtudes

El trabajo de Aleix Vidal y las enormes posibilidades que ofrece la plantilla. También la estrategia ofensiva, otra vez.

Talón de aquiles

Falta control y manejar determinadas situaciones.

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