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Tres goleadores y una gestión muy mejorable

  • El enfado de Iago Aspas ante el Espanyol está justificado: sólo cinco titularidades, ni una en Liga

En el mundo del fútbol, en el que tanto mandan los egos, es de agradecer que un entrenador entone el mea culpa. A Unai Emery se le cayó el alma al suelo cuando vio que su equipo no correspondió a la tremenda ilusión con la que el sevillismo llenó Nervión el jueves. El técnico reconoció que debía aprender de sus errores y que no estaba contento con sus decisiones. Entre éstas destaca la apuesta por dos delanteros y un centro del campo sin un medio creativo, con Denis Suárez como único manijero desde la izquierda. Facilitó la tarea al rival.

El Sevilla cuenta con tres delanteros que han demostrado que tienen gol. Bacca parece intocable gracias a los 14 tantos que lleva en 29 partidos (21 como titular). Gameiro no le va a la zaga en efectividad, pues ha anotado 8 en 22 partidos (10 titularidades), mientras que Iago Aspas acumula el mejor promedio de goles por partidos, gracias a sus 8 tantos en 17 citas, con sólo cinco titularidades. La conclusión es que la gestión de un ataque con tal pegada es muy mejorable, y Emery lo sabe.

El nuevo enfado de Iago Aspas, que volvió a protestar airadamente junto al banquillo cuando vio que no podía saltar al campo para ayudar al equipo en un día clave, es una consecuencia de la mala rotación que está llevando a cabo Emery con sus tres atacantes. Iago Aspas ya mostró públicamente su descontento el día del Celta, cuando el técnico se decantó en la segunda parte por sacar a Gameiro en lugar de él. "Siempre los mismos cambios", espetó con gesto airado. Y lo cierto es que las pataletas del gallego están justificadas.

El ex céltico apenas ha jugado cinco partidos como titular, tres en Copa y dos en Europa. En tres de ellas acompañó a Gameiro en al ataque, y sólo en dos le dejó Emery la responsabilidad de ser el único punta, en Rijeka y en Sabadell.

A esas tres ocasiones en que se vio de salida al dúo Iago Aspas-Gameiro se unen otros dos partidos en los que Emery apostó por su otra dupla, Gameiro-Bacca, que esta temporada sólo tenía el precedente del Sevilla-Villarreal, un encuentro remontado al final pese a no tener nunca el control.

Sólo en dos citas de alto nivel, Espanyol y Villarreal, Emery obvió su genérico 4-2-3-1 para buscar pegada. Pero, Bacca, sobreexplotado, está teniendo más gol que juego y ese factor condiciona tanto la rotación de atacantes como el sistema. Ahora, Emery tiene toda una segunda vuelta para corregir la gestión de sus delanteros. Porque gol sí que tienen, los tres.

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