Más allá de la respuesta física después de jugar el jueves y volver tras un largo viaje, el Sevilla planteó un partido ante el Rayo jugando con las características -quizá demasiado osadas- del rival que el desarrollo del mismo se encargó de confirmar que la propuesta era la correcta. Espacios a la espalda de la defensa tan adelantada que ordena Paco Jémez y una contemporización en la salida del balón para atraer aún más la presión del contrario.

Lo que no controló del todo bien el equipo de Emery fue la continuidad en una segunda mitad en la que la presión del Rayo ahogó el centro del campo que lideraba Krychowiak generando superioridad numérica.

Defensa

Había curiosidad por ver el rendimiento del eje central de la defensa tras la lesión de Pareja y la verdad que Carriço y Kolodziejczak, los llamados a competir hasta el final, resolvieron bien la papeleta. Sólo sufrieron cuando tras el descanso Krychowiak se vio desbordado e incapaz de taponar las vías que abría el Rayo por el centro. En las bandas apenas Kakuta inquietó algo, pero no lo suficiente, también porque todo el equipo ayudó en defensa a la hora de presionar y ganar los duelos en los balones divididos, que fueron todos para el Sevilla en la primera mitad (como el del gol de Carriço con el robo y la jugada de Denis Suárez).

Ataque

El Sevilla buscó desde el principio muy claramente tocar en la salida del balón para hacer más largo al Rayo. La combinación entre los centrales, también el juego con el portero... invitaba al equipo rival a avanzar más metros en la presión, lo que desnudaba más a una defensa ya de por sí adelantada. La elección entonces de Gameiro en lugar de Bacca no era una casualidad. El pase largo a la espalda de los centrales estaba servido, amén de que también Figueiras, Denis Suárez y Reyes tenían más espacio y facilidad para romper líneas con conducciones y regates. Luego la entrada de Deulofeu también iba encaminada a desequilibrar con balones al espacio, pero el catalán no entendió a veces el juego como el partido lo demandaba.

El partido se dio así, siendo más acusada incluso esta situación en la segunda mitad, cuando el Sevilla se plantó hasta tres veces con tres jugadores solos delante del portero que no supieron convertir para sentenciar el duelo.

Virtudes

Físicamente, el Sevilla parece haber entrado en aquella dinámica del equipo de Juande Ramos que prácticamente no entrenaba y que mantenía su nivel compitiendo cada tres o cuatro días.

Talón de Aquiles

El bajón de intensidad tras el descanso puede ser entendible por el cansancio acumulado y el empuje del Rayo, pero lo que sí es recriminable fue la mala toma de decisiones en las situaciones de tres contra uno que tuvieron Reyes, Denis Suárez y Deulofeu ante Toño. En dos de ellas iba Bacca al lado esperando el pase para empujar el balón a placer. Ese tipo de jugadas (con cierto egoísmo) no se pueden dar en el fútbol profesional.

Uno por uno

Sergio Rico Otra vez su figura agigantada, con una mano espectacular e intuitiva en la recta final del partido.

Figueiras Salió para buscar las cosquillas a la zaga del Rayo y lo hizo de maravilla. Una gran jugada en el 1-0 y un pase genial en una de las contras.

Carriço Sin Pareja debe ser el jefe de la defensa y lo hizo anotando un gol que valía oro.

Kolodziejczak Pese a que Emery quería eso, no se prodigó como otras veces en su preciso pase en largo.

Tremoulinas Kakuta lo fijó y le creó algún problemilla. 

Krychowiak Marcó el ritmo de la presión como acostumbra, aunque en la segunda mitad se vio menos arropado. 

Iborra Mejor en la primera mitad que en la segunda, en la que acusó el esfuerzo del jueves. Antes, otro gol más.

Reyes Una gran primera mitad, para bajar luego, lo que posiblemente le afectaría en mala toma de decisiones. Como en el balón que estrelló en Toño.

Banega Llevó la batuta y se gustó junto a Reyes y Denis.

Denis Suárez Está a un grandísimo nivel. Descaro, decisión y fútbol. Abrió el partido.

Gameiro Sin suerte esta vez, pero buscó el espacio y el gol.

Deulofeu No le salió casi nada, pero es muy difícil de frenar en sus arrancadas. 

Bacca Se quedó esperando para empujar hasta dos goles.

Iago Aspas Buena lectura.

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