El futuro de Sevillistas de Nervión, el grupo que lleva sustentando la paz accionarial y el poder presidencial desde principios del siglo XXI, continúa en el aire. Su continuidad es más incierta que nunca después de las distintas demandas interpuestas por las partes. De un lado, José María del Nido Carrasco -en representación de dos partes de esta sociedad que en origen tenían la titularidad de José María del Nido Benavente- presentó hace unos meses una demanda de disolución ante la situación de alegalidad de la misma. De otro lado, José Castro, Roberto Alés y Francisco Guijarro, tres de las seis partes -la otra restante corresponde a José Gómez Miñán-, presentaron una demanda de convocatoria de Junta de Accionistas ante la imposibilidad de reanudar el curso normal de la sociedad, que lleva sin renovar sus cargos directivos desde 2011. Los frentes están abiertos y la pugna va para largo.

En respuesta a esta segunda demanda, el magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 1 ha fijado una convocatoria de Junta de Accionistas del grupo para el 18 de octubre, para nombrar nuevos miembros del consejo de administración. Esta junta será presidida por José Castro, según el edicto publicado en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme). Pero la otra demanda de disolución sigue su curso y el juez que lleva la instrucción está notificando a las partes la misma.

Durante este año ya hubo alguna convocatoria de Junta de Accionistas a la que no acudieron todas las partes. Para el 18 de octubre están requeridos judicialmente y todos los accionistas tendrán que estar legalmente representados en una junta que puede ser usada como arma por Castro, Alés y Guijarro contra la demanda de disolución, aunque al tratarse de dos pleitos distintos, todo está por decidir y serán los juzgados los que deban resolver una solución en un sentido u otro.

En el caso de que el juez atienda la solicitud de disolución de la sociedad, tendría antes que notificar a las partes la misma. Además, es posible que haya una vistilla previa a la resolución judicial, que, según algunas fuentes consultadas, no sería dictada hasta bien entrado el año 2016. Hay quien fía la solución final incluso hasta los dos años. No es descartable que la demanda incluya la petición de la suspensión cautelar de la representación accionarial de Sevillistas de Nervión en la próxima Junta General de Accionistas del Sevilla. Si el juez atiende esta petición de suspensión cautelar mientras resuelve el auto de disolución, Sevillistas de Nervión no tendría derecho a voz ni a voto en la próxima junta de accionistas del club, lo cual dejaría un panorama de incertidumbre sobre el apoyo accionarial a José Castro. Pero esto también está en el aire, porque fuentes del entorno de Del Nido Carrasco aseguran que su apoyo al actual presidente seguirá siendo firme.

Del Nido ya ha dejado bastante claro que quiere salirse de Sevillistas de Nervión, de ahí que su hijo, actual vicepresidente y representante legal de sus dos partes en esta sociedad, haya solicitado su disolución, después de rechazar su acreditación de la sociedad en la Junta de Accionistas del club del pasado año por su situación de desgobierno y alegalidad. Castro tuvo que asumir la responsabilidad de acreditar al grupo accionarial, que votó como uno solo, en representación del 23% del capital social del club.

Detrás de este entuerto jurídico y accionarial está también el enfrentamiento, incluso con querellas de por medio, entre José Gómez Miñán y Francisco Guijarro, cuñado de Castro. La postura de Gómez Miñán, una de las seis partes de Sevillistas de Nervión, no está nada clara. El próximo 18 de octubre habrá un paso más de este laberinto. Pero no será el último. Aún quedará tela que cortar.