Tyus Edney se entrenará hoy por primera vez como jugador del Cajasol. Pero no será en San Pablo ni durante una pretemporada, como sería lo natural, sino que lo hará en Murcia, horas antes de que su nuevo equipo se la juegue en una difícil cancha ante un rival directo por la permanencia.

El base estadounidense llegó al mediodía de ayer al aeropuerto sevillano, desde donde se desplazó a las instalaciones de la entidad cajista para ultimar los detalles de su contrato. Allí conoció a algunos directivos y empleados del club, aunque no pudo presentarse a sus compañeros porque de inmediato se trasladó a la Clínica Fremap para pasar los pertinentes reconocimientos médicos entre el mediodía y la tarde.

Lejos de tener un mínimo descanso y dadas las urgencias del conjunto dirigido por Manel Comas, el californiano se dio un nuevo paseo hasta el aeropuerto para coger otro avión, esta vez con rumbo a Alicante (20:20), desde donde se desplazó en compañía del director deportivo, Juan Llaneza, hasta Murcia. Ya de noche, en el hotel durante la cena, conoció a sus nuevos compañeros, con los que se ejercitará esta mañana en el escenario que puede ver su debut en la ACB.

No será fácil la primera batalla que Edney tendrá que librar en la guerra por no descender. Menos aún cuando el base está acostumbrado a pelear por títulos y jugar con y contra los grandes de Europa. Así, el veterano director de juego señaló que él no es ningún salvador, aunque tiene claro el objetivo que ha venido a cumplir. "Vengo a ayudar al equipo y a hacerlo lo mejor posible. Creo que puedo aportar liderazgo, experiencia y trataré de ser una buena influencia para mis compañeros trasmitiéndoles confianza. Por encima de todo, vengo a trabajar para que el equipo gane", señaló el norteamericano, "muy feliz por esta gran oportunidad de jugar en una Liga como la ACB".

Tras quedarse sin club en Italia, una de las dudas es saber el estado de forma en el que llega. El tiempo lo demostrará, pero el propio jugador intentó dar algo de claridad al asunto: "Estoy bien físicamente porque he estado trabajando por mi cuenta. Para mí fue una sorpresa desagradable lo que pasó con el Capo d'Orlando, una situación muy extraña, pero me encuentro bien".