La selección española femenina de balonmano se quedó a las puertas del podio tras perder el partido valedero por el tercer puesto por 26-31, ante una Noruega que se mostró muy superior.

La superioridad física de las nórdicas, la altura y la fuerza, fueron fundamentales en un encuentro en el que las jugadoras españolas estuvieron faltas de esa chispa que les permitió acceder, por primera vez en un Mundial, a la lucha por las medallas. Noruega se convirtió en la bestia negra de España, a la que batieron hace un año en la final del Europeo y dos veces en este Mundial. Primero, en el último partido de la fase preliminar (27-24) y, ahora, en la lucha por el bronce

La férrea defensa escandinava disminuyó, casi a mínimos, la efectividad de los lanzamientos exteriores españoles, mientras que las españolas no se mostraron como el bloque compacto de otras veces.

Anulada Begoña Fernández como pivote, todo quedó a expensas del tiro exterior y de la casta de jugadoras como Marta Mangué, muy vigilada durante todo el partido. Tras el 9-15 con el que llegó al descanso, la selección española consiguió un parcial de 2-0 (11-15), que avivó las posibilidades de jugarle de tú a tú a las actuales campeonas olímpicas. Dospuntales como Marta Mangué y Macarena Aguilar, que se marcho inédita al descanso, e conectaron al choque en la segunda parte y, con cinco goles cada una, permitieron a la selección soñar con la remontada, ya que a falta de diez minutos la ventaja se acortó a tres goles (21-24). Pero Mangué erró un lanzamiento de siete metros y Noruega, un equipo muy experimentado que no perdió la calma en los momentos decisivos, volvió a coger aire (21-26) y se hizo con la medalla de bronce, dejando una vez más sin premio a la selección española., dos de cuyas integrantes, Marta Mangué y Begoña Fernández, fueron elegidas para el equipo ideal del torneo.