Por su canto luminoso y sus dotes expresivas y teatrales, la navarra María Bayo es una de las divas imprescindibles de la lírica europea y, para festivales tan prestigiosos como el de Salzburgo, que la contrató durante cuatro temporadas sucesivas para cantar la trilogía Da Ponte, su fascinante voz no tiene rival en la escena española. En 2009 el ministerio de Cultura reconoció su coherencia y calidad con el Premio Nacional de Música, destacando "su continua e incansable actividad interpretativa, su defensa del repertorio español, y concretamente del género lírico, y sus últimas giras de conciertos, grabaciones e incorporación de nuevos papeles operísticos". El Teatro Maestranza, durante el período dirigido por José Luis Castro, fue testigo de su magnetismo con dos óperas que dejaron un excelente recuerdo: su debut como Margarita en Faust de Gounod (en la producción de Jorge Lavelli) y Los cuentos de Hoffmann, donde se desdoblaba en varios papeles de gran exigencia vocal y dramática.

Para ese público que la sigue fiel desde hace años, y que no comparte la preferencia actual de ciertos programadores por voces cada vez más jóvenes y menos curtidas, cada actuación suya constituye un verdadero regalo. Por fin este sábado la Bayo regresa a Sevilla y lo hace con el único acompañamiento del pianista Rubén Fernández Aguirre para interpretar obras de George Bizet, Carlos Guastavino -uno de los grandes abanderados del nacionalismo musical argentino- y el maestro cubano Ernesto Lecuona. Mucha música hispanoamericana en los atriles ya que ella, como reveló ayer en el Maestranza arropada por su actual director artístico Pedro Halffter, siempre procura "mantener una parte latina o española, porque nuestra música se lo merece y si no la damos a conocer nosotros, no vendrán otros a hacerlo". Un compromiso que extiende a su nuevo disco de canción española con orquesta, "repertorio del que no hay mucho escrito", que publica este año el sello Universal e incluye las Canciones negras de Xavier Montsalvatge.

Artista camaleónica que se adapta a la perfección a todo tipo de repertorios, del Barroco a la música contemporánea, reconoce que, con la madurez, "mi voz se ha vuelto más lírica y el abanico se ha abierto. Nunca me había visto en el momento vocal de abordar papeles de Verdi, por ejemplo, y ahora sí que me apetece cantar algunos de ellos". Prueba de esa evolución es que ella, laureada como la mejor Susanna mozartiana, ha incorporado a su repertorio el rol de la Condesa de Las bodas de Fígaro, con el que debutó en Dresde en 2007. Con todo, si volviera a interpretar una ópera en el Maestranza, le gustaría hacerlo "en el rol de Nedda, la comediante protagonista de I pagliacci, de Ruggero Leoncavallo", avanzó.

Celebrada también por haber trabajado durante dos décadas con los mejores directores escénicos de su generación, como el renovador Herbert Wernicke, "que era músico también y no sólo sabía por dónde andaba la partitura sino que te dejaba aportar tu propio carácter y visión a los personajes", María Bayo no le teme a los riesgos "siempre que el director sea inteligente y respete la música, al cantante y al compositor". Ese calificativo lo aplica también al tan genial como polémico Calixto Bieito, que la eligió para el rol de la sufrida novia de don José en su versión de Carmen de Bizet. "Fue una grandísima sorpresa porque la idea de Bieito acerca de Micaela era la que yo tenía desde los inicios", explicó, antes de sentenciar que "no hay personajes tontos sino directores escénicos que, a veces, los hacen tontos".

Con lo que no transige en absoluto esta mujer cosmopolita es con la falta de respeto actual hacia el mundo de la lírica. "Me siento decepcionada porque se deja aparte la cultura, que es algo esencial para un pueblo y no sólo en términos económicos". Por eso, lamentó que la mayoría de los medios de comunicación "no fomenten la ópera ni la música clásica", y pidió un esfuerzo mayor a políticos y periodistas por "apartar las barreras para que los jóvenes puedan nutrirse de la música, como ya hace este Teatro de la Maestranza con sus programas y abonos para estos nuevos públicos", concluyó.