Ventura Rico. músico y coordinador de la obs

"Nuestro modelo cultural es válido, pero hay que optimizar los recursos"

  • La Orquesta Barroca de Sevilla presenta su nueva temporada, que estará marcada un año más por la austeridad de las administraciones públicas y la falta de patrocinio privado

Después de dieciocho años al frente de la Orquesta Barroca de Sevilla, Ventura Rico mantiene su fe en el proyecto y en el modelo cultural heredado.

-¿Qué balance hace de la temporada anterior?

-El contenido artístico ha sido similar al de otras, pero ha habido una diferencia esencial: se han agrupado las instituciones. Esto permite una secuenciación más racional de nuestra actividad. Con este modelo de temporada también hemos conseguido una mayor fidelización del público gracias a los abonos. Todo es muy embrionario, pero creo que así crecen nuestras posibilidades de aumentar los recursos.

-¿Y artísticamente?

-Muy positiva. Hemos estado en el Teatro de la Zarzuela. Hemos salido a Francia y Alemania. Además de conciertos, hemos ofrecido ciclos de conferencias y clases magistrales. Esta es la idea de la orquesta: conciertos estables en Sevilla, salidas, recuperación de patrimonio, formación de público, formación de niños. Este es el esquema. Nuestro acierto se medirá por la capacidad para engrosar todo esto y consolidarlo.

-¿Qué ofrece la nueva temporada?

-El guión es parecido, combinando conciertos orquestales y de cámara con actividades complementarias. Los programas incluyen desde un homenaje a Corelli en el tricentenario de su muerte, hasta programas de recuperación de patrimonio, presencia de grandes solistas... Creo que el resultado que hoy detallarán nuestros patrocinadores en la presentación de la temporada será del agrado del público. Estaremos además en Madrid y Burgos con El Mesías y debutaremos en Austria en una gira que también pasará por Alemania.

-¿A qué se dedica este año el proyecto de recuperación de patrimonio Atalaya ?

-Va a ser muy interesante, porque estará dedicado al Clasicismo en Andalucía. Partiremos de la Sinfonía nº44 de Haydn, obra emblemática de la orquesta. Lo que mucha gente no sabe es que esa y otras sinfonías de Haydn están en la Catedral de Sevilla, en una partitura con anotaciones de dinámicas y articulación y restos de cera, por lo que es seguro que se tocó aquí. Está firmada por Arquimbau, el maestro de capilla. En torno a esta obra montamos un programa que incluye obras del propio Arquimbau (una Lamentación que cantará Juan Sancho, un tenor sevillano en plena ascensión), Jaime Balius, maestro de capilla en Córdoba, y conciertos para órgano y orquesta de Redondo y Barrera, que trabajaron en la Catedral de Málaga.

-¿Cómo se financia todo eso?

-El Ayuntamiento no se ha comprometido con una cantidad fija, pero sí continuista, por lo que supongo que estará en torno a unos 75.000 euros más la taquilla. Si nos va bien, podemos dar incluso más de aquello a lo que nos hemos comprometido. La Junta nos da 15.000 euros, y con eso haremos tres conciertos, uno de cámara en Cádiz, el de Corelli en Sevilla y otro en Olivares. Por el Proyecto Atalaya la Universidad pone unos 95.000 euros. Eso incluye tres conciertos (Sevilla, La Rábida, Granada), la recuperación de las obras con dos musicólogos (Antonio Martín Moreno y Juan María Suárez), la edición de las partituras y la grabación del disco. Para mí este proyecto es el alma de la orquesta. Podríamos hacer tres proyectos Atalaya al año, porque cuanto más profundizamos más patrimonio interesante encontramos. Además seguiremos contando con ayudas de la Fundación Lara y de la Fundación Cajasol, que este año, aparte de ceder su sala, vuelve a colaborar patrocinando un concierto.

-¿Está resuelto el problema con el Maestranza?

-Creo que nuestras relaciones son buenas. Le hemos planteado un esquema de colaboración que me parece válido. Sería a tres bandas: teatro, Femás y orquesta. El Maestranza presta el teatro de forma gratuita. El Femás se queda con el taquillaje y garantiza parte de la financiación y la orquesta, por su parte, completa el presupuesto. Es un esquema viable. Propusimos una Pasión según San Mateo, que es una obra muy ambiciosa y costosa y no ha podido salir, pero estamos abiertos a lo que pueda surgir en el futuro. Por otro lado, si desean ampliar su repertorio hacia el Barroco y quieren contar con nosotros, estamos dispuestos.

-Uno de los puntos débiles de la OBS es el del patrocinio privado.

-Estamos en pañales. Reconozco que no hemos sabido movernos. Llevamos mucho tiempo intentándolo, pero tenemos que hacerlo mucho mejor.

-¿Puede ser un ejemplo el Festival Turina?

-Nuestras necesidades son distintas. Ellos pueden contar con pequeñas cantidades de empresas medias y pequeñas. Nosotros necesitamos más, pero sin duda que son un ejemplo.

-¿Echan de menos la siempre aplazada Ley de Mecenazgo?

-Por supuesto. Es fundamental que las empresas puedan desgravarse por su inversión en cultura. Pienso que en nuestro país existe todavía un consenso general respecto del modelo cultural respaldado por el sector público, del papel que la cultura cumple en una sociedad como la nuestra. Es un modelo cultural válido, pero hay que optimizar los recursos, y para eso se necesitan varias cosas, sobre todo en crisis: que entre más dinero privado, desde luego, pero también es precisa una mejor coordinación. El cortoplacismo nos mata. Si yo pudiera tener programada la temporada 2015-16, podríamos vender muchos de los conciertos, lo que abarataría los costes. Daríamos más por menos.

-Con esta situación, ¿cómo ve el futuro a medio plazo?

-Creo que iremos apoyándonos cada vez más en la Asociación de Amigos. Si el modelo cultural actual se rompe definitivamente y deriva en otro de corte más liberal volverán a aparecer las Sociedades de Conciertos y nuestra Asociación de Amigos es lo más parecido a eso que conozco. Además es extraordinario el apoyo y el afecto que nos manifiestan. Eso de poder poner nombres al público, que siempre parece un ente abstracto, es estupendo.

-¿Algún proyecto especialmente motivador?

-Me dedico a escribir proyectos que duermen en los cajones de las instituciones. Pero estoy muy ilusionado con uno que hemos presentado a la Junta en coordinación con el grupo Concerto Málaga para ofrecer una temporada estable en las capitales andaluzas de provincia que no tienen orquesta sinfónica. El coste es ridículo y aumentaría nuestro volumen de trabajo y favorecería mi intención de incrementar la estabilidad laboral del conjunto.

-La OBS está a punto de cumplir 20 años, ¿se mantiene el espíritu inicial?

-Muchas cosas han cambiado, pero me quedo con algo que nos transmitió Barry Sargent, nuestro primer director, y que muchos aún conservamos: el entusiasmo por lo que hacemos, y pensar que eso que hacemos es de verdad algo importante y útil para la sociedad.

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