Han transcurrido dos años desde que unos cuantos músicos decidieron revitalizar la Orquesta Bética, la agrupación que fundó Manuel de Falla en 1923 y que a lo largo del siglo XX fue una formación imprescindible para los melómanos de la ciudad. Los responsables de abrir una nueva e ilusionante etapa en la historia de este conjunto han comprobado, con la búsqueda de apoyos para la causa, que la situación es "complicada", pero lejos de desistir han redoblado los esfuerzos con una iniciativa que les ayudará, tras las actuaciones celebradas en la Universidad Pablo de Olavide, el Centro Cultural Cajasol o el Alcázar, a recobrar el aprecio del público sevillano. La orquesta inicia este domingo una temporada de conciertos matinales en la sala Joaquín Turina, un espacio que visitarán cada mes bajo la batuta del reputado Michael Thomas, implicado en esta nueva aventura tras los diez años que estuvo consagrado a la Orquesta Joven de Andalucía. "Queremos recuperar la tradición de las matinées de los domingos", expone Inmaculada Hernández Mancha, vicepresidenta de la Orquesta Bética de Cámara, sobre unas citas con las que quieren conquistar "a un público concreto, atraer a la gente para que venga con su familia. No pretendemos hacer sombra al Maestranza ni a la Sinfónica, el nuestro es otro concepto. Ésta es la oportunidad para que los espectadores tengan conocimiento de que estamos ahí, que vayan a escucharnos".

Es Thomas, "que considera un honor estar en una orquesta que fundó Falla, y trabaja para que se parezca cada vez más a esa formación que creó éste", cuenta Hernández Mancha, el que ha seleccionado un repertorio "accesible y asequible", continúa la vicepresidenta. Este domingo (a las 12:30) sonará un programa compuesto por La gruta de Fingal, de Mendelssohn, el entreacto y el segundo ballet de Rosamunda de Schubert, y la séptima sinfonía de Beethoven.

En noviembre, el 17, Thomas estrenará una composición propia, un Concierto para trompeta que se interpretará junto con la tercera sinfonía de Beethoven y la obertura de Los esclavos felices de Juan C. Arriaga. Para diciembre, el día 15, se han elegido piezas de corte navideño, con obras de Leroy Anderson, Gabriel Fauré, Adolphe Adam, Percy Grainger, Morten Lauridsen, Grüber y el propio Thomas que cantará el Coro An Die Musik dirigido por Ana Alonso. La programación del primer semestre de 2014, para la que Cajasol ha concedido a la orquesta una ayuda de 6.000 euros, tendrá entre otros invitados al clarinetista Dimitri Ashkenazy, "que nos apoya no sólo moralmente, sino viniendo a tocar con nosotros [lo hará el 26 de enero]" o a la pianista Paula Coronas [18 de mayo], "que también está haciendo lo imposible por ayudarnos".

Hernández Mancha resalta también la dedicación de los músicos que forman parte de la orquesta. "También hacen un esfuerzo tremendo", valora. "Una muestra del alto nivel que tienen es que muchos de los intérpretes que estuvieron con nosotros están ahora en orquestas del extranjero", informa. Recientemente la Bética ha convocado pruebas para cubrir algunas plazas, y "han venido aspirantes de toda Andalucía, muchos de ellos porque conocen a Michael y quieren colaborar con él". En el prometedor futuro de la formación, en el que tienen ya confirmado un concierto en el Teatro Monumental de Madrid y esperan repetir en el Alcázar, no obstante aún asoman sombras: no han conseguido esa sede estable que anhelan. "La Junta nos garantizó que nos buscaría un sitio pero no sabemos nada. Resulta complicado ensayar porque hay veces que no tenemos un sitio cerrado hasta el día antes. La Pablo de Olavide y la Banda Municipal nos prestan sus espacios de manera generosa, pero el problema es que no siempre están disponibles", apunta Hernández Mancha.