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Cultura

Arte sonoro de espaldas al público

Festival Encuentros Sonoros. Componentes: Pere Sansó i Crespí, flauta; David Romero Pascual, clarinete; Georgia Privitera, violín; José Pablo Polo, guitarra; Myriam García Hidalgo, violonchelo. Programa: Con voce (obras de John Cage, José Pablo Polo, Íñigo Giner, Elena Mendoza, Toru Takemitsu, Mauricio Kagel y Alberto C. Bernal). Lugar: Espacio Santa Clara . Fecha: Jueves 28 de noviembre. Asistentes: 18 personas.

En Entre nosotros del bilbaíno Íñigo Giner, los intérpretes se sientan de espaldas al público y someten a sus instrumentos a un tratamiento que no tiene nada que ver con lo habitual, los arañan, los frotan, soplan sobre ellos, los percuten... La obra parece una metáfora de la relación creada entre el público y los creadores más vanguardistas tras la Segunda Guerra Mundial. No es éste el sitio para profundizar en las razones de la sima abierta entre los dos agentes esenciales en el proceso comunicativo del arte, pero sí para constatar su existencia, que se está poniendo una vez más de manifiesto en este ciclo de conciertos que arrancó el miércoles en Santa Clara (y si lo dudan, vuelvan a leer la ficha que encabeza esta reseña).

Los baleares de Nou Ensemble se sitúan en el límite de la música, pues buena parte de su concierto tuvo más que ver con lo que hoy se conoce como arte sonoro, en el que confluyen toda una serie de experiencias conceptuales de naturaleza por norma interdisciplinar que hunde sus raíces en el dadaísmo. Con voce era un paseo por creaciones que tienen a la voz como protagonista, bien entendido que en ningún caso hablamos de canto: los intérpretes mascullan, chistan, resoplan, silban, carraspean, canturrean, bufan, eliminando toda semanticidad del lenguaje, y cuando le hacen caso y superan el mero uso fonético de la voz, se limitan a la lectura más o menos convencional de textos o a su silabeo. Hay por supuesto una disposición teatral, incluso lúdica en muchas de estas piezas, del Kagel afín a Fluxus al Cage de las creaciones radiofónicas, pero también en las más convencionales de Elena Mendoza, tan interesada siempre en el teatro, o la de un recóndito Takemitsu. El sonido pregrabado se incluye también en la extensa obra final del madrileño Alberto Bernal.

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